domingo, 9 de septiembre de 2012

BOSNIA, Mostar

    Salimos de Drubovnik por la carretera n8, paralela al río Neretva con dirección Metkovic. Es una carretera nacional de doble sentido. La carretera sale de Croacia hacia Bosnia, vuelve a entrar en Croacia y vuelve a salir a Bosnia. Tendremos que pasar dos veces por las fronteras. 


    En los pasos hacia Bosnia-Herzegovina, los funcionarios bosnios,  nos permiten que no hagamos la cola de otros vehículos, tras ver nuestros pasaportes : "Es que vosotros sois españoles", nos dicen. Este cariñoso recibimiento, se va a repetir una vez lleguemos a Mostar. Son recuerdos del comportamiento de nuestros militares en la zona, durante la Guerra de los Balcanes.

                  

     Yo no he usado apenas el GPS en España, Merche tiene más dominio; además está en inglés. Lo vamos a necesitar especialmente en la última parte del recorrido, para entrar a Mostar.

                                

    En algunos tramos, la carretera se vuelve casi pista forestal. La están arreglando. Hay que estar atentos a los desvíos. Todavía  quedan muchos recuerdos de la Guerra del 1991.
  

    Pronto nos encontramos con el río Neretva. Él baja, nosotros subimos. A partir de ahora, el paisaje se hace más hermoso y fresco.    Hablando de recuerdos de la guerra. Lo que queda de puente...

  

        Pero no todo son tristezas y malos recuerdos. El río Neretva a sus paso por tierras bosnias y croatas trae alegría y riqueza. Cultivos y espléndidas huertas se suceden a lo largo de la llegada al mar, especialmente en la formación del delta.  

  

   Llegamos a Mostar.
   El GPS nos ha ayudado a encontrar un parking disuasorio, donde dejar el coche. Hoy nos toca caminar un poco. Vamos allá.
    Lo primero que hacemos es visitar la Plaza España, fundamentalmente porque nos  pilla muy cerca de donde hemos aparcado. Es un homenaje a los soldados españoles que mediaron en la guerra de los Balcanes, bajo las fuerzas de la Paz. Hay un monolito que lo recuerda. Al fondo me llama la atención un edificio color albero y con motivos árabes en su decoración. Antiguamente fue un colegio,  hoy no sé que función tiene.

  

    Muchos hombres y mujeres progresistas de esta zona, se rebelaron contra los nazis en la II Guerra Mundial. Éste es su cementerio, el cementerio partisano.                                   

   Seguimos caminando hacia el centro antiguo, buscando la ribera del río Neretva. Localizamos un Hamman muy bien conservado, Supongo que reconstruido tras la Guerra, No sé si funciona como tal.

     También dejamos atrás una Sinagoga, también en buen estado. Aquí se muestra un buen ejemplo de la convivencia de culturas en un pueblo que lo que le interesa es vivir en paz y libertad. Eso es lo que yo creo
      

       Recuerdo las imágenes de TV y a los periodistas hablando de los francotiradores apostados en los altos edificios. En mi guía leo que a este edificio le llamaban la torre de los francotiradores. Rescoldos de una guerra.
                               

      Todavía se encuentran muchos edificios con destrozos en sus fachadas. Resquicios de unas batallas que hoy sirven como souvenirs. Han pasado unos 20 años y aún siguen ahí.
                  

Mostar antigua
 Está rodeada por el río Neretva y la colina Hum, y es una ciudad multiétnica con siglos de historia a sus espaldas. Es la quinta ciudad más grande de Bosnia-Herzegovina, y la más importante del sur del país.
          
   Al oeste, ribera derecha del río, se encuentran en su mayoría los croatas católicos, mientras que al este, ribera izquierda del río, habitan los bosnios musulmanes. Esta división no impidió que la ciudad conviviese siempre en un buen ambiente en el que incluso llegaron a existir matrimonios mixtos entre católicos y musulmanes. El puente es la unión.

     Sin duda, el Puente de Mostar, Stari Most , era y es el símbolo histórico de la ciudad, todo un ejemplo de convivencia étnica.
   Cuando estalló el conflicto bélico de los Balcanes, a principios de los 90, musulmanes y católicos unieron sus fuerzas para derribar a los invasores serbios; pero una vez expulsados éstos, comenzó la guerra civil entre bosnios y croatas, por el poder de la ciudad. Durante la Guerra de Bosnia, la ciudad de Mostar quedó completamente avasallada por las bombas, pero el puente, que no tenía ningún fin estratégico, seguía manteniéndose en pie, contrastando con el resto de la ciudad en ruinas.
  La mañana del 9 de Noviembre de 1993 el Puente de Mostar pasó a la historia al ser volado por la artillería croata. El puente quedó totalmente destruido y, junto a él, la buena convivencia entre católicos y musulmanes. Cuando se derrumbó el puente, mejor lo volaron mlas tropas croatas, parecía que la ciudad llorara sangre, enrojeciendo las aguas del río Neretva. Años más tarde, se descubrió que la argamasa que sirvió para la construcción del puente, tenía un componente marrón rojizo, que tiñó de rojo las aguas del río.¡Curiosidades aparte!
  Una vez finalizada la guerra en el año 1995 comenzaron las labores de reconstrucción. Un trabajo muy minucioso realizado bajo la supervisión de la UNESCO
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  En el año 2004, el puente fue inaugurado de nuevo, y un año más tarde se le consideró Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, junto con el casco antiguo de la ciudad.

                   Ribera musulmana, izquierda                             Ribera cristiana, derecha

                   

Convivencia religiosa
     

     Koski Mehmed-Pašina Džamija, la mezquita de Koski Mehmed Paša, construida en 1617  es una de las más interesantes de Herzegovina y la única que conserva la decoración pictórica original interior de sus muros. 
     Recibió el nombre de su fundador, Mehmed Koskiji, que fue administrador regional del gran visir Mehmed Sokolivic. Manejaba los ingresos y gastos de la corte, y finalmente regresó a Mostar natal, para levantar una mezquita sobre el mismísimo acantilado del río Neretva,  al norte del Stari Most (Puente Viejo).       

 

     Enfrente de la mezquita, en el patio, hay un interesante turbe (mausoleo) con un sarcófago, que pertenece al jeque Derviš Ishak. Junto a él hay dos interesantes lápidas del mismo siglo.              
  

    En el patio también hay una fuente pública cubierta (šadrvan) y una madrasa (escuela islámica).
    En la arquitectura de la mezquita destacan su estilizado minarete y su elegante cúpula semiesférica.
Ambos elementos resultaron muy dañados en 1993 debido a los bombardeos croatas y, por ello, tuvo que ser restaurada. Desde el minarete, hay una vista estupenda de la ciudad, pero no subimos.
          

  Karađozbegova džamija, la mezquita Karađozbegova es uno de los monumentos más grandes y representativos de la arquitectura sacra islámica del siglo XVI. Fue construida en 1557. Tiene un un doble pórtico de entada y tres pequeñas cúpulas previas a la principal, más grande y un interior de base cuadrada.
 

  Su interior, está lujosamente decorada con arabescos y dibujos florales. De acuerdo con el estilo y la tradición de la época, la mezquita está flanqueada en el patio por otras estructuras, como una fuente ritual (šadrvan), una escuela religiosa islámica (madrasa), una biblioteca y una cocina pública para los pobres, edificios que suelen repetirse en las mezquitas más importantes.
                            

    En su interior se conserva un Corán manuscrito del siglo XVI. Detrás de la mezquita se encuentra el cementerio musulmán más antiguo de la ciudad.


     Ćejvan-Ćehaja Džamija es la mezquita más antigua que se conserva en Mostar. Fue construida en 1552-1553 en el antiguo gran mercado. Más tarde, se construyó una madrasa en el mismo recinto. Cubierta por un tejado a cuatro aguas recubierto por lajas de piedra, es la única mezquita de la ciudad cuyo minarete está situado a la izquierda del edificio. 

  Quedó devastada en 1993 y fue restaurada entre los años 1996 y 1997 gracias a la Unesco. Hoy solo se utiliza en algunas fiestas religiosas islámicas.

                 

 
        Džamija Nesuh-age Vučjakovića A mediados del siglo XVI, Nesuh-aga Vučjaković erigió una mezquita, debajo de la Torre del Reloj y cerca del bazar y del puente, también conocida como "Mezquita de tilo".
    Las peculiaridades de este edificio son la influencia artística de las zonas costeras (escuela mediterránea-dálmata). Tiene una amplia cúpula y otras tres mezquitas más pequeñas en la parte anterior. 
    Fue cerrada en 1941 por las autoridades fascistas croatas y en la época socialista servia convertida en almacén y más tarde abandonada. Resultó gravemente dañada durante la guerra y posteriormente restaurada y abierta al culto.
     Torre del reloj , es una torre cristiana cuadrada, construida en  1630, con los donativos de una dama de familia influyente en Mostar. Tiene una altura de15 m. Su reloj, colocado en una cara de la torre llamaba a la oración del mediodía, supongo que el  Angelus. Su sonido dicen que se oía desde una distancia de tres horas de camino ...

  

            Llegamos a la ribera del río desde la que divisamos el puente tan ansiado.  

        Kujundžiluk (Stari Bazar): El antiguo bazar, en el centro del casco antiguo, es un elegante callejón destartalado de mediados del siglo XVI, que aún alberga tiendas artesanales típicas y restaurantes tradicionales. En el pasado, fue testigo y sujeto del comercio de toda la región; durante la época otomana contaba con más de 500 tiendas.
                              El empedrado es de lujo y la afluencia turística, también.
         
                

En el bazar se enfrentan en mi cámara estas dos imágenes:
                                          Por una parte, la música y su atracción inocente...
                 

     Y por otro, a pesar de los pesares, las armas siguen presentes, aunque sean como recuerdos de un pasado.
  

        Tras un ida y vuelta por el mercado, en el cual hemos hablado en un perfecto castellano, con una familia que regentaba una tienda y recordaba a los españoles con mucho cariño, nos vamos a cruzar el río. Elegimos el Puente torcido, un pequeño puente que aprovecha un ligero meandro para estrechar el Neretva. Se cree que es un poco más joven que el Puente viejo.
 

      Estamos en la zona donde se acumulan más restaurantes cristianos o al menos no musulmanes. Queremos comer. La comida no es diferente de la de la otra ribera, pero aquí vamos a poder tomar cerveza o vino. El té ya lo tomaremos en la orilla musulmana.
 


            La torre Tara semicilíndrica, con muros de hasta 3 metros de espesor, se encuentra en el lado izquierdo, cristiano. Fue levantada en 1676 y sirvió como polvorín otomano. Hoy, completamente remodelada, alberga una sección del Museo de Herzegovina dedicada a la historia del puente y de su reconstrucción (2001-2004).

      La torre Helebija, en el margen izquierdo del río, rectangular y heredera de la primitiva medieval, es de 1716. Su planta inferior fue utilizada por los otomanos como mazmorra, mientras que en la superior se alojaban los guardianes.   

       El Puente Viejo de Mostar es el punto de interés turístico más atractivo de la ciudad. Con casi 30 metros de longitud, 4 metros de anchura y más de 4 siglos de historia, el puente puede presumir, de haber sido uno de los puentes más destacados de su época.
     El puente de piedra fue creado por los otomanos, Soleimán el Magnífico, en el año 1566, y un siglo más tarde se incluyeron las dos torres, que lo flanquean y que ya hemos visto. 
          

         El puente se caracterizó durante toda su historia por ser el nexo de unión entre las dos orillas en las que queda separada la ciudad tras el paso del río, y de las dos principales culturas que conviven en la ciudad la musulmana y la cristiana.
El 9 de noviembre de 1993 fue destruido.
El 23 de julio de 2004 se reconstruyó.
                         

       Jóvenes saltadores que en colecta previa entre los turistas, recogen unos 50 euros  por cada salto.     Cuando consiguen esta cantidad inician el espectáculo de clavadistas.

Aavanzando por la orilla izquierda, prácticamente unos metros más abajo del puente, existe una pequeña plataforma desde la  que los niños bosnios se inician como saltadores. 
   

  

   La tarde avanza y antes de dirigirnos hacia el coche, visitamos la catedral María Madre de la iglesia. Fue construida en los años 70 del XX. Dañada en la guerra y reconstruida posteriormente. De estilo modernista.
  Me interesaba observarla, al ,menos desde fuera, pues su torre se enfrenta día a día a los minaretes musulmanes de las mezquitas.
    

   En el camino de vuelta hacia el parking, hemos encontrado esta piedra con este mensaje. Evoca el año trágico de Mostar. Con la gente que hemos hablado musulmanes bosnios y cristianos croatas parece que quieren pasar página y vivir en paz... Hoy casi 20 años después, espero que el puente los vuelva a unir.

        "Quién olvida su historia está condenado a repetirla..."  

 
          Deshacemos el camino hacia el aeropuerto de DubrovniK. El río Neretva nos acompaña de nuevo.