Es la almendra central de la ciudad. La torre de los Clérigos me servirá de referencia para patear la zona y conocer esa parte de Oporto.
Salgo del hotel y comienza el "sube y baja". Lo siento por mi rodilla. La humedad es tal dentro de las casas, que no les queda más remedio que usar el "tenderete" de fuera para airear la ropa. ¡Demasiado!
La iglesia de San Ildefonso. Leo en su indicación, que es barroca del XVIII .
Me llama la atención los dos campanarios y los azulejos con la vida del santo. En la puerta una cruz de madera, me avisa de que la Semana Santa se acerca.
Muy cerquita, está la Plaza de la batalla, donde se reunirán las mujeres hoy por la tarde, 8 de marzo, y en ella el teatro nacional. Toda la calle está empedrada.
Es inconfundible y así no me desoriento. La iglesia y la torre de los Clérigos.
Y cómo no, baja y sube.
Es del XVIII y mide unos 75 metros. Se puede subir, pero hoy, no estoy para colas ni para 300 escalones
"Porto Calen", creo que le da el nombre al país: Portugal.
A los habitantes de Oporto, se les llama "tripeiros". Este curioso gentilicio viene de sus batallas contra Napoleón. Debido a la escasez de comida, el ejército se llevaba todo el alimento y los porteños tuvieron que comer las tripas de los cerdos; de ahí el sobrenombre.
La iglesia del Carmo y la plazuela. Uno de estos tranvías llega hasta mi hotel. Por si acaso...
La verdad es que son dos iglesias: la iglesia del Carmen y la de las Carmelitas. Justo en medio la casa más estrecha de Oporto. Se distinguen dos ventanas y una puerta.
La de la izquierda es la de las Carmelitas. Iglesia del XVII y barroca.
La de la derecha es la del Carmen. Un poco posterior, del XVIII y estilo barroco- rococó.
Y ahí están los azulejos en su costado.
El tranvía me sigue a mí o le sigo yo al tranvía...
De esta iglesia ya tenía referencias. Es la iglesia convento de San Francisco.
Tiene su origen en XIV, por lo que contiene elementos románicos, góticos y como veis en la fachada barrocos. Creo que le llaman el barroco Joanne portugués.
Dentro me sobrecoge su riqueza. Nunca había visto algo así. Está recubierta de panes de oro. Dicen que hasta media tonelada.
Debajo del convento, que está anexo y renovado, tras su destrucción en las guerras, están las catacumbas, donde están enterrados los nobles de la ciudad. con lo que costaba su sepultura, contribuían al mantenimiento del edificio.
Justo al lado del convento que se ve a la izquierda, está el Palacio de la Bolsa. Me junto con un grupo de franceses que viajan en autobús y me " cuelo" con ellos. La verdad, que lo que más me interesa de este edificio, es la sala árabe.
Por lo que oigo y entiendo a la guía, es una réplica de algunas dependencias de la Alhambra granadina. Hoy la utilizan para recepciones y eventos políticos.
Aquí está la estación de ferrocarril de Sao Bento. Centro de comunicación con otras ciudades importantes de Portugal y de España.
En el vestíbulo se encuentran los famosos azulejos sobre la historia del país y estampas de la vida cotidiana.
Y más de azulejos, la iglesia de las Ánimas.
Y la iglesia de los Congregados o mejor de San Antonio de los Congregados.
La catedral o la Sé como la llaman los lusos. Es del XII y XIII, de estilo románico. Desde su atalaya hay una buena vista de Oporto.
Merece la pena su claustro. Es posterior XV y de estilo gótico. Los azulejos decoran sus paredes. He tenido que pagar para visitarlo.
En la ribera de Vila Nova de Gaia en un alto sobre el Duero está el Monasterio da Serra do Pilar.
Su arquitectura circular es más propia de edificios civiles que religiosos. Por su situación estratégica fue requisado en diversos momentos de la guerra contra Napoleón.
Por su estructura circular, su claustro, así como la iglesia son Monumentos Nacionales. Aquí también se paga.
Y ya vale de monumentos...
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