Ig San Pedro, Monasterio de Santo Tomás, Basílica de San Vicente, , Convento de Santa Teresa,
El Mirador de los Cuatro Postes ubicado en las afueras de la ciudad, ofrece una de las mejores vistas panorámicas de la muralla y el casco histórico. El monumento está compuesto por cuatro columnas dóricas de 5 metros de altura de la segunda mitad del XVI, y en el centro hay una gran cruz de granito. Parece que era una parada en la romería a una ermita que ya no existe.
La muralla desde fuera, desde dentro y por el adarve.
Su perímetro es de unos 3 km y el recorrido por el adarve es de un poco menos de 2 km.
Fue mandada reconstruir por el rey Alfonso VI tras la conquista de Toledo, que se había producido en 1085. Posteriormente, fue Alfonso VIII quien impulsó una nueva intervención ya en el siglo XII, con nuevos cubos y torreones, que es la que ha llegado hasta nuestros días. Por entonces su misión era defensiva, aunque también servía de control de acceso a la ciudad.
Puerta del Álcázar y Puerta de los Leales o del peso de la harina
Puerta de San Vicente y Puerta del Arco del mariscal Debe su nombre a Álvaro Dávila, el mariscal del rey Juan II de Castilla. Dávila era un noble y vivió en un palacio dentro de la muralla junto a esta puerta.
Puerta del puente romano sobre el río Adaja
Puerta de la Mala Dicha
Según cuenta la leyenda por esta puerta salieron 70 caballeros abulenses condenados a muerte, los cuales ejecutó Alfonso I de Aragón debido a que mantenían constantes luchas de dinastía con su hijastro, que más adelante sería Alfonso VII el Emperador.Antiguamente por la puerta de la Mala Dicha se podía acceder al barrio judío abulense, de hecho esta puerta fue también denominada como el Arco de San Isidro o de lo Gitanos y se cree que fue a través de esta puerta por donde expulsaron a los judíos de la ciudad de Ávila.
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