Breve historia de Logroño
La palabra Logroño procede del celta, «gronio» y significa vado, pues se encuentra junto al río Ebro.
Ya en la Edad Media, el Camino de Santiago cruzaba por Logroño y era tierra fronteriza entre los reinos de Castilla, Navarra y Aragón.
En el siglo X, Sancho peleo con los musulmanes por su posesión y, un siglo después, la ciudad de Logroño se disputó entre los navarros y castellanos, siendo destruida por El Cid en 1092.
En el año 1134 Logroño es tomada por Alfonso El Batallador, por lo que es incorporada a Navarra, aunque muy poco después vuelve a pertenecer a Castilla, de la mano de Alfonso VII.
Logroño va pasando de unas manos a otras entre navarros y castellanos.
Estando en manos castellanas, en el año 1431 el rey Juan II le concede el título de ciudad, y 13 años más tarde el de Muy Noble y Muy Leal, recompensando la fidelidad de Logroño a la corona de Castilla. Las luchas entre navarros y castellanos terminan en época de Fernando El Católico, cuando Navarra queda anexionada a Castilla.
Se crea la provincia de Logroño en 1833, de la que la ciudad es capital.
Logroño interviene de manera muy activa en las guerras carlistas, siendo base de las tropas de Espartero. En este siglo, Isabel II concede a la ciudad el título de Excelencia.
El siglo XIX las edificaciones defensivas son derribadas para dejar paso a una población en crecimiento

Las dimensiones de la ciudad invitan al paseo y al disfrute pausado de sus enclaves significativos. El Paseo de El Espolón, la concatedral de Santa María de La Redonda; el convento de la Merced, actual sede del Parlamento regional; la característica calle Portales, la iglesia de Santiago El Real, o la de Santa María de Palacio, son algunos ejemplos de interés que no se pueden dejar de visitar. Bañada por el río Ebro, Logroño ha sido históricamente un lugar de paso y cruce de caminos, tales como el Camino de Santiago, y de fronteras, disputada entre los antiguos reinos de la península ibérica durante la Edad Media.
Parque del Ebro, puentes sobre el río y vista de la fachada antigua de la ciudad. Puente de piedra y puente de hierro.

Monumental concatedral de Santa María de la Redonda se levanta sobre una primitiva iglesia románica de forma esférica de ahí lo de redonda, en 1435. Posee dos torres gemelas( una mide dos metros más que la otra) barrocas,
La iglesia es una obra del siglo XVI, con numerosas reformas en el XVII, momento en que se amplía la cabecera, y en el XVIII, añadiendo a los pies la capilla de los Ángeles, la portada oeste y las torres, lo que le da al exterior un aspecto puramente barroco. La parte más antigua la conforma el cuerpo central.
La construcción del templo se inició a comienzos del XVI y responde a un modelo muy extendido en el norte de España. Es una iglesia de planta de salón, con tres naves de igual altura, separadas por grandes columnas y cubiertas con bóvedas de crucería estrellada y de
terceletes (cada nervio de una bóveda). En los laterales se abren capillas entre los contrafuertes. El ábside central es ochavado, habiendo desaparecido los laterales al abrir la girola.
. El retablo mayor consta de una gran calle central con relieve de la Genealogía de Cristo, dos laterales con imágenes de San Pedro y San Pablo y remate en ático con Cristo crucificado. La Virgen que corona la calle central es una imagen hispano-flamenca de finales del siglo XV o comienzo del XVI.
El retablo principal es una obra rococó de hacia 1762, con imagen titular de Nuestra Señora de los Ángeles, hispano-flamenca de finales del siglo XV. Lo más destacable de este recinto es la escultura de Cristo yacente articulado, en urna de maderas ricas, carey, bronce y plata. Fue donada al templo en 1694 por Gabriel de Unsain, capitán de los Tercios de su majestad y regidor perpetuo de Logroño. Cada miércoles santo los miembros de la Cofradía del Santo Sepulcro sacan la escultura de su urna para proceder a su limpieza.
Tras el altar mayor se abre la girola formada por tres capillas comunicadas entre sí. La del norte contiene el sepulcro del General Espartero y su esposa Doña Jacinta Martínez de Sicilia. La central alberga una pila bautismal de 1587 y una imagen de la Asunción del siglo XV. Al frente, en el trasaltar, hay una hornacina acristalada con un pequeño lienzo de la Crucifixión atribuido a Miguel Ángel.
Hacia los pies, en la nave central, está el coro bajo, construido en el siglo XVII. Durante estas obras se realizaron además las puertas de ingreso al templo de los lados norte y sur, dedicadas a San Martín y a la Asunción respectivamente.
El coro se cierra con una reja barroca y tiene una sillería de nogal decorada con motivos arquitectónicos en los sitiales bajos y bajorrelieves con figuras de santos en los altos, de mediados del siglo XVI. En el trascoro, se encuentra una gran capilla denominada de Nuestra Señora de los Ángeles. Es de planta oval y se cubre con una cúpula ochavada decorada con pinturas al fresco, realizadas en 1770 por José Vejes.
A los pies del templo se abre la portada principal, construida a modo de gran retablo con imaginería de alabastro. Flanquean el conjunto las denominadas “torres gemelas”. La de la cara norte, torre de San Pedro, es algo menor que la del sur, de San Pablo.
Constan de cuatro cuerpos, los dos inferiores de planta cuadrada, el tercero octogonal y el superior con basamento octogonal decreciente rematado en un cuerpo circular.
Casco antiguo: calles Mayor, Portales, etc.


Casas medievales y renacentistas.
Puerta y arco del Revellín, en la muralla.
Paseo del Espolón, con monumento ecuestre a Espartero.
General bando Isabelino durante la primera guerra Carlista.
Gran Vía, ensanche moderno, con el monumento al Labrador y el monumento a los Fueros.
Calle Laurel, zona de chiquiteo y gastronomía. Alejada de los centros religiosos. Prostitutas y una rama de laurel en el balcón, Espera tascas...
Museo de La Rioja, en la plaza de San Agustín, antiguo Palacio del Espartero.
La construcción de la nueva iglesia de Santiago, la anterior se incendió, se inició hacia 1518.
A la derecha de la torre se sitúa la portada, realizada entre 1654 y 1662 con un diseño a modo de arco triunfal. Este arco cobija un retablo de dos cuerpos. En el primero se abre el acceso a la iglesia y en el segundo se encuentra la escultura de Santiago Peregrino. Corona la fachada un grupo escultórico de Santiago “matamoros” de 1663, bajo un gran arco de medio punto construido en 1737 con el fin de resguardarlo de las inclemencias del tiempo.


Sobresale en la fachada un cuerpo que alberga la sacristía y la sala capitular. Ésta última, cuya construcción se con - trata en 1686, ocupa parte del antiguo cementerio de la parroquia.
Tiene una sola nave, capillas entre los contrafuertes, transepto y cabecera ochavada de cinco paños con cripta. Se cubre con bóvedas estrelladas, de terceletes y de crucería.
En su interior, llama la atención el retablo mayor XVII, con escenas de la vida del apóstol
La fuente del peregrino y el juego de la oca (Templarios)
63 casillas son 31 + 32 etapas de ida y vuelta del camino francés. El puente, la cárcel, la posada, el laberinto... la oca...
Iglesia de San Bartolomé gótica del XIII, con claustro e interesante retablo
Nuevo Ayuntamiento
Palacio de las Ciencias
Ruavieja y los caladosLos calados son las antiguas bodegas subterráneas que, junto a lagares, prensas y otras infraestructuras vinícolas, forman un entramado en el subsuelo del casco antiguo logroñés desde el siglo XVI.
Construidos con orientación norte-sur, los calados mantienen una temperatura óptima para la conservación del vino.
La mayoría de los calados comparten características comunes: son rectilíneos, orientación Norte-Sur (lo más cercana al río Ebro), la bóveda de cañón, la piedra de sillería y las tuferas. Las tuferas son orificios de ventilación para la evacuación del tufo (gas carbónico desprendido en el proceso de fermentación).
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