lunes, 9 de agosto de 2010

CRUCERO, Split

     Split es la capital de la costa Dálmata, una región de la costa croata. Es una urbe que no se entiende sin el emperador romano Diocleciano, quien mandó construir los principales atractivos de la ciudad. Asimismo goza de una buena localización para utilizarla de base para conocer islas cercanas, como pueden ser Hvar o Brac.
La ciudad tiene un buen observatorio desde el monte Marjan, al que se puede acceder caminando


😡No vamos a Dubrovnik. Problemas técnicos. Estoy que echo fuego. Nos cambian de ruta... ¡No sigo!  Nos lo anuncia el profe historiador. Él es un mandado y nos da una charla estupenda sobre la nueva ciudad a visitar Split. Nos ha dado muchísimos datos sobre la ciudad y nos ofrece un recorrido asfixiante, pero completísimo de lo "imperdible de Split". No sé si lo completaremos.

 

   Desembarcamos al lado del Palacio de Diocleciano, en plena almendra central de la ciudad. Cogemos la primera barca. Hay muchas cosas que visitar.




Palacio de Diocleciano

A finales del siglo III d.C. un emperador romano, Diocleciano pensó en construirse un palacio cerca de la ciudad donde nació, Salona. Así, en un territorio junto al mar, construyó un palacio-fortaleza de 37.000 m² donde pasaría sus últimos días después de ser el primer emperador en abdicar.
   Desde el aire se aprecian perfectamente los límites del Palacio, que forma parte del conjunto histórico de la ciudad protegido por la Unesco desde 1979. El Palacio está abierto las 24 horas.



     
La Catedral de San Duje fue construida como mausoleo para Diocleciano que fue uno de los emperadores más sanguinarios con los cristianos.  Lo paradójico es que su mausoleo fue consagrado como catedral y sus restos, "ojo por ojo", fueron tirados al mar para acoger las reliquias de dos santos cristianos, San Domnius y San Anastasio.
  Se considera la catedral más antigua del mundo, aunque fuese consagrada en el siglo VII. 

              

 
El Campanile
   El campanario forma parte del conjunto de la Catedral. Con sus 57 metros de altura domina la  ciudad y las vistas tienen que ser magníficas.

                              
                                                                            
   Subimos al campanario, a pesar de los escalones. Desde arriba se domina el palacio de Diocleciano y nos hacemos una idea de su extensión y la ubicación de lo que vamos a visitar el resto del día.


 

 

El Peristilo
   Se conoce como peristilo al conjunto de columnas que rodean un edificio o un patio, y eso es precisamente lo que encontramos en Split, aunque en este caso las columnas se encuentran rodeando la plaza imperial.
   Diocleciano se trajo de Egipto, las columnas del Peristilo, que tenían distintas alturas que tienen distintas alturas, por lo que hubo que adaptar las bases para ajustar la altura total de las mismas. Personalmente es el rincón que más me ha gustado de la ciudad. Aquí se encuentra la única esfinge no decapitada de la ciudad.


Las Esfinges
 También las trajeron de Egipto. ¡Ladrones!
Las esfinges se encontraban en el Palacio, se cree que unas 13. Una turba de cristianos las destrozó por considerarlas símbolos paganos ("diente por diente"). Las decapitaron y destruyeron, pero pudieron sobrevivir 3. Dos están decapitadas y se encuentran una en el museo de la ciudad y otra frente al Templo de Júpiter. La tercera se encuentra en el Peristilo y es la única que conserva la cabeza. La hemos encontrado y era una tarea que nos mandó "el profe".
 

Ver las cuatro puertas de entrada a la ciudad fue otra de las tareas del recorrido
                       Cuando se construyó el Palacio se habilitaron 4 puertas por las que acceder:
                                            Puerta Norte, Puerta Este, Puerta Oeste y Puerta Sur.

   

 
Por la puerta Áurea o de oro, Septemtrionalis para los romanos, solo podían acceder el emperador y su familia. Era la entrada más ornamentada del Palacio y en su época mostraba estatuas de los tetrarcas (Diocleciano, Maximiano, Galerio y Constancio Cloro). Tenía orientación norte como su nombre en latín indica.
 

     
La Puerta de Plata, o Puerta Orientalis, contaba con dos torres octogonales de las que apenas quedan restos. Estuvo cerrada desde la Edad Media hasta 1952, cuando se demolió una iglesia que la obstruía y se reconstruyó la puerta.



La Puerta de Hierro, o Puerta Occidentalis, es la única puerta que se usó ininterrumpidamente desde su construcción. Destaca el reloj que tiene 24 números en vez de los 12 habituales.

                                                      

    La Puerta de Bronce, Aenea o Puerta Meridionalis, era una puerta de servicio. Desde los sótanos del Palacio se accedía directamente al exterior a través de esta puerta y se abastecía el Palacio. Debido a su función, ésta no tiene ornamentación y es de un tamaño menor al de las otras tres.


                                            
Hoy los sótanos son un bazar al mejor estilo otomano.
 
 

        
             Y seguimos con la tarea: La estatua de Grgur Ninski
  Representa al obispo Grgur Ninski, que se enfrentó a la Iglesia romana por dar las misas en croata, lo que ayudó a aumentar el número de fieles y a crear identidad nacional. Se adelantó al Concilio Vaticano II. ¡Menuda pieza...!
    La estatua se encontraba, originalmente, en el Peristilo, pero fue trasladada a su ubicación actual por las tropas italianas durante la 2ª GM

 

El paseo marítimo o Riva
  El paseo marítimo, conocido como Riva, recorre desde la terminal de ferries hasta el monte Marjan.   Todo el paseo está lleno de bares, restaurantes y puestos de souvenirs, además de las palmeras que me recuerdan un paseo ilicitano. Sin lugar a dudas es una zona muy animada de la ciudad.
 


El monte Marjan
  El monte Marjan es una gran zona verde que se encuentra en el oeste de la ciudad. A pocos minutos del Palacio hay un camino escalonado para acceder a diversos miradores.
Tiene varios senderos y carreteras para recorrerlo pudiendo encontrar curiosas iglesias que parecen escarbadas en la roca, un cementerio judío o distintos miradores. 



    Es el sitio adecuado para obtener un buena vista de la ciudad. Desde esta vista aérea se observa muy bien la ubicación del monte Marjan.
           


                                                      El Teatro Nacional de Split
A poca distancia del Palacio encontramos el Teatro Nacional de Split, un edificio de finales del XIX, aunque reformado en 1971 después de un incendio.
A un simple visitante como yo, el edificio me sorprende por su fachada amarilla, que destaca entre el resto de edificios históricos blanco grisáceos o de ladrillo rojo.



     
La Plaza de la República
   La Plaza de la República pasa por ser una de las plazas más bonitas de la ciudad. Sus edificios rosados de estilo renacentista, sus arcadas y orientación hacia el mar hacen de esta plaza un lugar perfecto para una parada. Además sin cruceristas que ya están en los barcos...
 

                                                                                              ¡Adiós Split!
          A pesar de mi primer enfado por el cambio que nos hicieron en el recorrido del crucero. Salgo contento de esta visita.




























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