Después de tomarnos un arroz exquisito, Gorka me lleva a conocer la parte norte de la isla. Nuestro objetivo es el faro de Formentor, en el cabo que lleva su nombre. Iremos directos hasta Alcudia; de allí a Pollença y al cabo de Formentor. La vuelta la haremos por la sierra de Tramuntana.
Una buena autovía nos conduce hacia Alcudia. Apenas hay tráfico a esta primera hora vespertina.
Alcudia es un pueblo completamente amurallado y tiene un yacimiento arqueológico con el teatro romano más pequeño de España. Aparcamos justo al lado de las ruinas del yacimiento que se llama Pollença. ¡Curioso!La Puerta de Mallorca es la principal puerta de entrada al recinto. Muy cerca de ella, hay unas escaleras para recorrer un trocito de muralla que es transitable.
Observamos el exterior de la Iglesia de San Jaume y damos un pequeño paseo por el interior de la zona amurallada. Dada la hora que es, la gente que encontramos está tomándose el postre y el café en las terrazas.
Dejamos Alcudia y por el puerto marítimo de Pollença, divisando una bonita bahía, nos dirigimos a Formentor. La bahía nos recibe con cientos de "kitesurf jugando con el viento y el agua. La sierra los contempla y los protege. Todo un espectáculo.
Formentor es el nombre que recibe la península septentrional de la isla. Entre Puerto Pollença y el cabo Formentor se despliegan los 18 kilómetros de la carretera (MA-2210) . Un sinuoso trazado de curvas que nos permiten salvar el impresionante desnivel. Por el camino veo letreros de calas como Figuera, Murta o Pi de la Posada.
Muchos coches estacionados nos indican la imprescindible parada del mirador de Mal Pas o Colomer, nombre del islote que se puede observar desde él. Está situado a 200 metros de altura y nos permite disfrutar y dar la bienvenida a la tarde.
En este mirador se levanta la atalaya de Albercutx con una visión de 360 º. Es una construcción de la época medieval que se localiza en una cima de 390 metros, por encima del nivel del mar. La misma fue construida a finales del siglo XVI, con el objetivo de defenderse de los corsarios o piratas que llegaban a la isla. Yo no hubiera subido, pero Gorka, está decidido.
Continuamos por esta sinuosa carretera rumbo al Faro. Los últimos kilómetros son lentos. La carretera está cortada. Los coches dan la vuelta haciendo varias maniobras pues la carretera es estrecha. Aprovechamos un recodo para aparcar y acercar nuestra cámara al faro. Es lo más cerca que podemos llegar. Las vistas merecen la pena.
Y nos damos la vuelta. El itinerario transcurre por parte de la sierra Tramuntana. Nos dirigimos a Lluc y a Sa Calobra. Para llegar hasta estos pueblos tenemos que atravesar una sinuosa carretera de montaña. Todo su trazado es espectacular. Para los amantes de la conducción. Yo feliz, pues voy de paquete. Llegamos a la zona de Sa Calobra. Nos esperan 12 curvas de 180 grados y una de 360, llamada Nus de sa Corbata (Nudo de la corbata, donde la carretera pasa por debajo de si misma), que es uno de los puntos más conocidos de toda la ruta.
Antes de llegar al pueblecito de Calobra hacemos una pequeña paradita en un apartadero de la carretera a la altura de «Penyal del Cavall Bernat». Este estrechamiento de la montaña es de lo más curioso y se merece una foto.
Al llegar al pueblo dejamos el coche en un parking y seguimos a pie las indicaciones hasta la zona del Torrent de Pareis, la desembocadura del torrente que llega de la sierra.
Estamos solos. En otra época del año éste es un destino muy solicitado; hoy es para nosotros. La piedrecilla suelta se adentra en el agua, como Gorka. No hay arena, pero el agua es limpia y transparente. El cielo se va apagando.
Va cayendo la noche y nos acercamos al túnel de Sóller que nos pondrá en unos 20 minutos en el centro de Palma. Un estupendo recorrido y un gran piloto. "Hemos disfrutado".
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