sábado, 28 de mayo de 2022

MALLORCA, los Puertos de la Costa Este y las Cuevas del Drách


   Voy a aprovechar el alquiler del coche para recorrer parte de la costa este. Mis puntos  de referencia van a ser los Puertos naturales. Ha salido un día con cierto viento y un poco nublado. Desisto de llegar a la sierra de Levante y Capdepera. La aventura la empezaré en Manacor.

   Venir a Manacor desde Palma es un paseo. Manacor es el tercer municipio más grande de la isla de Mallorca con unos 40.000 habitantes. Está situado en la parte oriental de la isla y esta ciudad es la capital de la comarca de Levante, a 50 km de Palma. El municipio fue fundado en el siglo XIV por el rey Jaume II, el Justo.

   Me ha sido fácil aparcar y me doy un paseo tempranero por las calles que voy encontrando. No pretendo más que una simple toma de contacto.

                 
    
     Me llaman la atención algunos muñecos que están expuestos en sus calles. No sé si tienen algo que ver con "la historia fantástica" de la ciudad. Me dicen que no, que son un simple reclamo turístico de las tiendas y comercios.


     El día va mejorando y vuelvo al coche. Me dirijo hacia Puerto Cristo, que está aquí al lado.


   La localidad más conocida de Manacor (Mallorca) es sin duda Porto Cristo, a tan solo 14 km de la ciudad. Este pequeño pueblo tiene uno de los puertos naturales más bonitos  con un paseo marítimo muy agradable.

                               


   

      Me dicen que en una de las casas señoriales de arriba vive la familia Nadal, sí la de Rafa. Justo aquí nace (o muere) una pasarela que recorre la playa y me lleva hasta la plaza y el puerto deportivo.



                  

                                         Un bonito y refrescante paseo de pasarela...

           

           Llego al puerto deportivo y  un enorme catamarán destaca entre los demás barcos deportivos. Me llama la atención  e intento pensar a quién pertenecerá... Enseguida lo soluciono. Nunca una pelota de tenis ha logrado tantos éxitos.

Dejo el puerto y subo a la plaza. En una oficina de turismo me lo confirman (lo del yate) y me informan que si tengo buenas piernas, puedo llegar andando a las cuevas del Drách.

                

        Aunque no lo tenía previsto, como no me voy a acercar hasta Capdepera, tengo tiempo. Me voy andando.
   Paso cerca de un mercado ambulante de "payeses" y de una tienda de joyas Majórica, que  ha despertado en mi memoria recuerdos infantiles sobre los anuncios de estas perlas y joyas.

                Y llego a las cuevas. Bastante gente ha elegido este día para hacer turismo cultural. Pero no es agobiante el gentío. Una pequeña cola.

                               

   "Entrar en las cuevas es como penetrar en un mundo mágico. Con 1.200 metros de longitud y una profundidad máxima de 25 metros bajo la superficie, las cuevas del Drách esconden en su interior el lago subterráneo Martel, uno de los mayores lagos subterráneos del mundo. Recorrer las cuevas en barca es una experiencia."

                      Ahora es cuestión de dejar volar la imaginación y dar nombre a las formas.  

    

   Una vez llego al lago Martel, me siento en unas gradas preparadas y un grupo de música clásica , que llega en barca interpreta unas piezas de música envolvente y relajante, La penumbra y las notas musicales cierran la visita.

     




Salgo de Porto Cristo y sigo mi dirección sureste. Mi siguiente meta es Porto Colom. Está cerca, pero me lo tomo con calma, es una carretera de costa y secundaria.

                                       

    Los romanos lo llamaron puerto de las palomas, por la gran cantidad de estas aves que había en la zona. Funcionó a lo largo del tiempo como un puerto clave en el comercio y el tráfico de mercancías.

  Los continuos ataques de la piratería hicieron necesaria la creación de sistemas defensivos. Así a finales de la Edad Media y durante los siglos XIV y XVI se construyeron numerosas atalayas y torres de vigilancia en la entrada al puerto. Todavía se ven algunas cerca de la costa.

            

           Me ha llamado mucho la atención. Me parece un puerto natural impresionante. Me acerco al faro, desde el que se ve la grandeza de este cobijo. No me extraña que se utilizara desde el comienzo de la navegación. Saliendo un poco hacia el norte del faro, me encuentro con estas grutas horadadas por las olas.

 

             Vuelvo al puerto, pues quiero buscar un lugar donde comer algo.
   Las casas de los pescadores son sencillas, pero muy bonitas jugando el blanco con otros colores vivos. Yo en mi casa tengo garaje para el coche; ellos tienen su garaje para la barca... Nunca lo había visto.

                        

 No pongo el GPS del coche y me dejo llevar por las indicaciones que voy encontrando en la carretera.

                       

     En dos ocasiones debo dar marcha atrás,  la carretera (?) está cortada o es intransitable. Aquí empieza el parque natural de Mondragó. Por fín entro en Porto Petro

 

  El coche, más que mi habilidad, me conduce a esta cala, cala Sa Torre, según leo en un cartel indicativo. Aparco y sigo un sendero que acompaña a la orilla.

          

    Observo que es un pequeño brazo, muy resguardado del puerto natural. A lo lejos tan solo veo una barca que parece de pescadores del pueblo. Lo demás es calma, calma hasta para la temperatura y el viento.

          

       Lo que me faltaba. ¡Qué más puedo pedir! Puedes imaginar qué es lo que pasó en los siguientes 15 minutos... Mar, banco, brisa y relax.
                              

    Sin duda, el principal reclamo arquitectónico de esta localidad es la torre de Porto Petro, que funcionó en el pasado como torre de vigilancia. Hoy en día, en algunos casos  burlando la ley de costas, también hay torres de vigilancia. En mi paseo, he dado con esta coqueta construcción "rural" y "costera" a la vez.                 
        

   Cojo el coche con la intención de dirigirme a Santanyí y llego a a esta cala. Se repite el tema de las construcciones en primera línea de costa. Veo una coloración oscura cerca de la orilla. En un cartel aledaño leo que se trata de un alga inofensiva que crece en algunas partes de esta cala de Santanyí. El agua está super limpia.

           

    Aprovecho para tomar una botella agua en el chiringuito de turno. Le pregunto al camarero si me queda algo que ver por aquí, camino de Palma. Me dice que no me pierda el Mirador de es Pontas, que está aquí al lado. Tengo que caminar unos 30 minutos, pero que no me voy a arrepentir; primero por asfalto y después por pista forestal, No hay pérdida, pues hay indicaciones. Sigo adentrándome en el Parque Natural de Mondragó.

 

  En el camino y a escasos metros del mirador me encuentro con esta escultura. Después me entero que se llama "Proyecto de Equilibrio Sur..."

                                           
 Y por fin, tras unos 35 minutos de camino, llego al Mirador, estaba ansioso. Lo encuentro vallado y hay un banco, Tengo la idea de hacerme un selfie, pero no quiero estropear esta imagen...Me siento en un banco que es lo único artificial, junto con la valla y...

     

                                  Muy satisfecho de este día de mar y montaña, me vuelvo a Palma...



























































































































                                                  




                                  




  El Castillo de Bellver 'bonitas vistas' , el único castillo de España con forma circular fue construido en el siglo XIV como un fuerte y es una obra maestra de la arquitectura gótica-catalana.

 

























No hay comentarios:

Publicar un comentario