Hoy me toca recorrer por mi cuenta la parte central de la sierra Tramuntana, en el oeste de la isla. El coche que he alquilado, un Toyota, va de lujo, aunque por otra parte, estas carreteras no admiten mucho gas. Quiero visitar Valldemosa, Deiá, Sóller, Fornaluxt y el Monasterio Lluç. Y todo lo que aparezca por el camino.
Con las tripas asentadas, me doy un paseo por este pueblo, aprovechando que todavía no han llegado los turistas. La coca estaba muy rica y el granizado de almendras... fresquito.
Todas las casas son de piedra y no veo nada de ladrillo. La piedra supongo que será la autóctona de la sierra de Tramuntana.
La verdad que me estaba haciendo un lío, pero el folleto que me dan con el ticket de entrada me saca de dudas: "Este palacio a lo largo del tiempo tuvo diversos usos. Inicialmente fue residencia del rey Sancho I de Mallorca para convertirse más adelante en antigua residencia real y finalmente en Real Cartuja."
A principios del siglo XV con la llegada de los monjes se adaptó el palacio a las necesidades de un convento. La Cartuja luego de las obras disponía de iglesia, claustro, celdas, hospedería y farmacia entro otros espacios"
Lo primero que visito es la iglesia. Fue edificada en un lateral del palacio, convirtiéndose en Cartuja a finales del XVII.
Es de estilo neoclásico, con cruz latina, la bóveda está sobre el crucero y tiene frescos en las pechinas y en el crucero. Voy a ver si alguien me informa de estos frescos. Creo que los pintó un familiar de Goya en el XIX.
Esta botica es la primera de la isla y una de las más antigua de Europa, Me recuerda a una que vi en Dubrovnik. Creada por los cartujos en el XVIII. para servir al monasterio y al pueblo de Valldemosa.
Éstas son las vistas que tenía la pareja desde el jardín con mirador desde su celda... ¡Parejita!
Finalizo la visita asistiendo a un breve concierto sobre algunas obras famosas de Choppin. Natxo, no te privas de nada.
Al salir del Castillo y de la Cartuja me doy una vuelta por los jardines del Rey Joan Carles (?), que están al lado, cerca de donde saqué la entrada. El sol aprieta y busco la sombra.
Ya por las calles del pueblo me fijo en que en la entrada de de las casas l , todas de piedra, por cierto, en azulejo de colores hay diferentes escenas de la vida Santa Catalina de Thomas, oriunda del lugar y además su patrona. creo que es la única santa de la isla. Me tomo la molestia de pasar por su casa... ¡Qué menos!
Antes de volver al parking asciendo un poco hasta el mirador de Lledoners y desde aquí, me despido de Valldemosa.
"No dejes de ver el mirador de Sa Foradada", me habían recomendado. Los carteles en la carretera están a la vista. Anuncian dos miradores en el mismo lugar.
El de Son Marroig está en los jardines de una antigua mansión Tiene un templete de mármol con vistas espectaculares al Mediterráneo, pero es de pago. Lo utilizan mucho las parejas de recién casados para la foto de rigor.
El de Sa Foradada es gratis y con vistas parecidas. Lógicamente escojo éste.
El de Son Marroig está en los jardines de una antigua mansión Tiene un templete de mármol con vistas espectaculares al Mediterráneo, pero es de pago. Lo utilizan mucho las parejas de recién casados para la foto de rigor.
El de Sa Foradada es gratis y con vistas parecidas. Lógicamente escojo éste.
Sa Foradada es una península de la Sierra de Tramuntana. Recibe este nombre por el agujero que la atraviesa, de unos 18 m de diámetro, visible desde distintas parte de la sierra.
Los árabes también le dieron al pueblo su nombre, ya que Deiá viene de 'ad daia' que significa aldea. Promovieron el cultivo del olivo.
Aparco el coche y...
Subir y subir y subir... llego a la iglesia y al mirador de los cañones. La verdad que la vista merece la pena .Sóller me recibe con obras en la carretera de entrada. Un desvío me lleva a la Carrer de Isabel II y un coche deja su plaza libre. Aprovecho y aparco sin dificultad en una arteria que me lleva directamente a la Plaza de la Constitución. Era mi objetivo.
Por la hora son casi las 14:00 horas la plaza está llena de turistas. el bullicio de la gente sentada en las terrazas comiendo o tomándose un helado. me impide oír el sonido cantarín del agua en la fuente central o el traqueteo del tranvía; es una pena, me hubiera gustado ver la plaza desnuda, sin este jolgorio.
La iglesia parroquial de San Bartomeu es un edificio levantado en diferentes etapas constructivas, patentes en los vestigios que se aprecian alrededor de la misma. La iglesia primitiva, fue construida antes del año 1236, sufriendo diversas modificaciones a lo largo de los siglos. En la fachada lateral de la calle del Born se encuentra la antigua puerta de entrada a la iglesia medieval, con un portal de medio punto cegado. En la calle de Joan Baptista Ensenyat, todavía se puede distinguir un ventanal románico abocinado; y en el exterior, se pueden ver restos de la fortificación amurallada del siglo XVI. construida como consecuencia del más devastador ataque turco del 1561
Dedico un tiempo a admirar la fachada, obra del discípulo de Gaudí, Joan Rubió i Bellver. Diseñada en 1904, recoge los principales rasgos del estilo modernista: tonos grisáceos y textura rugosa, trazos ondulados, hierro forjado, líneas verticales compartiendo espacio con formas circulares, juegos de geometría, propios del Modernismo.
Plano de la iglesia que obtengo con el ticket de entrada
Salgo de la iglesia y doy una vuelta por la Plaza y por la calle de los artesanos. El Ayuntamiento rompe el estilo modernista de las otras casas.
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