Existe un área de acogida e información, además de un Centro de Interpretación de las Foces en la plaza Mayor de Lumbier.
Desde el pueblo de Lumbier me dirijo al aparcamiento y caseta de información. La mañana va cayendo y hace calor. Apenas hay gente. Hablo con el señor que está en la caseta y me informa de los recorridos.
Opto por un sendero, que acompaña el trazado del antiguo tren del Irati, a orillas del río. Me llevará una hora y media aproximadamente.
Fue en 1987 cuando este espectacular paisaje unido al conjunto que forman la sierra de Leire y la Foz de Lumbier recibió la denominación de Reserva Natural.
La luz al final del túnel ilumina los acantilados rocosos de tonos rojizos, blanquecinos y grisáceos que contrastan con el verde de la vegetación de carrasca, boj, enebro, espino y mechones de té roca, y dan cobijo a una numerosa colonia de buitres leonados.
Atravieso un segundo túnel, éste más oscuro si cabe. La oscuridad me ahoga. Necesito salir a la luz que me provea de oxígeno...
Respiro y tras unos pocos metros, a mi derecha encuentro las indicaciones que me conducen al Puente de Jesús (o del Diablo), hoy derruido, destino de mi marcha.
El trecho es corto, pero con alguna dificultad de paso; hay una cadena en el lado del monte que te asegura cada paso que das. Hoy la aprovecho. Ayer tal vez la hubiera despreciado.
El puente del diablo no me ha impresionado mucho y vuelvo sobre mis pasos. Si todo va bien, puedo llegar a Sangüesa para comer.
Comienzo el recorrido de esta ruta saliendo de Ochagavía en dirección a la Selva de Irati por el Paso de Tapla en la Sierra de Abodi. La subida es un largo zigzag desde donde se aprecia el paisaje de mosaico, prados, bordales y setos, en un espacio que se asilvestra paso a paso. Sobre las lomas herbosas y onduladas pasta el ganado que, en gran parte, configura la vida de estos valles.
Después de unos 25 km de curva tras curva llego a las casas de Irati y me dirijo al aparcamiento. Es un complejo inaugurado recientemente destinado a servir de centro de información y promoción de actividades turísticas y medioambientales en la Selva de Irati. Dicen que este espacio forestal lo visitan 100.000 personas cada año y está considerado el segundo hayedo-abetal mejor conservado de Europa, Tras la Selva Negra alemana
Bajo, otra vez, hasta la caseta de información y me hago con un mapa y dos recorridos para hacer. Los senderos se encuentran balizados, en verde y blanco, con panel informativo al inicio de los mismos .
El primero es circular, el sendero del bosque´
Tras una hora larga empiezo a descender, A los más o menos 5 km de caminar llego a las casas del guarda forestal que se encuentran junto al Embalse.
El embalse de Irabia. alimentado por el Río Salazar, está a mis pies.
Regreso hacia las casas de Irati, nos esperan otros tantos kilómetros.
La cascada del Cubo se llama así por la forma cúbica que tiene el tramo del río donde se encuentra. El citado paraje se denomina también Itsuosin (pozo ciego) en alusión a una de las dos pozas principales que hay debajo de la cascada.
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La vuelta me va a crear tortícolis de tanto mirar hacia arriba. Ahora voy buscando nidos de buitres en los huecos y deformidades de las rocas...
Por fin tras una hora larga estoy llegando al aparcamiento.
La ermita de la Virgen de las Nieves está a 1 km del aparcamiento. Voy a subir a echar un vistazo.
Bajo, otra vez, hasta la caseta de información y me hago con un mapa y dos recorridos para hacer. Los senderos se encuentran balizados, en verde y blanco, con panel informativo al inicio de los mismos .
El primero es circular, el sendero del bosque´
Comienzo este sendero número 63A que me acerca al embalse de Irabia. Salgo del aparcamiento por una pista forestal, pero pronto escojo un sendero ascendente que me va guiando hacia el bosque más tupido de hayas y boj.
Asciendo lentamente por el bosque en un ambiente fabuloso. Silencio compartido. La senda se va empinando y cada vez se hace más estrecha
El embalse de Irabia. alimentado por el Río Salazar, está a mis pies.
Han sido aproximadamente 5 kilómetros y, ahora por la parte baja, siguiendo de cerca al río camino de vuelta por la pista forestal.
Regreso hacia las casas de Irati, nos esperan otros tantos kilómetros.
Terminada esta ruta y tras beber un poco de agua de la fuente y comer algo de fruta, comienzo esta otra ruta que me lleva a la Cascada del Cubo. La ruta se realiza de forma paralela al río Urbeltza , uno de los muchos que existen en la cabecera del río Irati.
La cascada del Cubo se llama así por la forma cúbica que tiene el tramo del río donde se encuentra. El citado paraje se denomina también Itsuosin (pozo ciego) en alusión a una de las dos pozas principales que hay debajo de la cascada.
A pesar de la pequeña pendiente, el sendero es un paseo sin mucha dificultad.
En media hora he llegado a la zona de la cascada. La lluvia de los últimos días han enriquecido el río.
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Última visión y vuelta por el mismo camino.
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