Arco de Bará
Arco situado a 20 km de Tarraco sobre la propia vía Augusta. Es un arco sencillo, construido con sillares, decorado con falsas pilastras acanaladas y coronadas por capiteles corintios, que sostienen el entablamento. Fue erigido a finales del siglo I a. C. por disposición testamentaria de L. Licinio Sura, según sabemos por la inscripción parcialmente conservada que existe en el propio monumento.Observar esta maqueta os ayudará a entender cómo era la ciudad romana
El modelo muestra la ciudad en el siglo II d.C., en el momento de su máxima expansión y apogeo. Fue realizada a escala 1: 500 y tiene unas dimensiones de 18m3, convirtiéndose así en la segunda maqueta del mundo romano más grande de Europa, sólo superada por la de Roma.
Mapping de Tarraco
La joven esclava Melpomene decide desobedecer un poco a su amo para enseñarnos Tarraco. Una forma de conocer su historia antes de iniciar la visita a la ciudad. El Mapping de Tarraco es una proyección dentro de la Bóveda de Pallol, a través de la técnica del videomapping. Una experiencia inmersiva que interactúa con la maqueta de Tarraco. Y tú, ¿estás listo para adentrarte en esta importante ciudad romana?
El modelo muestra la ciudad en el siglo II d.C., en el momento de su máxima expansión y apogeo. Fue realizada a escala 1: 500 y tiene unas dimensiones de 18m3, convirtiéndose así en la segunda maqueta del mundo romano más grande de Europa, sólo superada por la de Roma.
Mapping de Tarraco
La joven esclava Melpomene decide desobedecer un poco a su amo para enseñarnos Tarraco. Una forma de conocer su historia antes de iniciar la visita a la ciudad. El Mapping de Tarraco es una proyección dentro de la Bóveda de Pallol, a través de la técnica del videomapping. Una experiencia inmersiva que interactúa con la maqueta de Tarraco. Y tú, ¿estás listo para adentrarte en esta importante ciudad romana?
De los tres grandes edificios para espectáculos de Tarraco, el teatro fue el primero en ser construido, ya en época de Augusto. Edificado sobre unos antiguos almacenes portuarios, disponía de un amplio sector semicircular de gradas divididas en tres cáveas orientadas hacia el escenario. La parte trasera de este se encontraba cerrada por un gran muro monumentalizado con columnas y estatuas que se conservan, en parte, en el Museo Nacional Arqueológico de Tarragona. El edificio fue reformado y enriquecido con estatuas de mármol en el siglo II, y quedó abandonado ya en el siglo III. En él se celebraban espectáculos escénicos.
La Rambla Nova
Desde su fundación, el comercio es un sector importante en la economía de Tarragona. En los últimos años, el comercio mayorista ha tomado un fuerte impulso, tanto por la presencia de cadenas de fuera de la ciudad como por la organización y renovación de la oferta genuinamente tarraconense. La gran ventaja que ofrece Tarragona es que las compras se pueden realizar a pie por las distintas zonas de peatones, o por la Rambla Nova, verdadera arteria de la ciudad, que abarca desde la muy transitada plaza Imperial Tárraco, principal nódulo viario de la ciudad, hasta el balcón del Mediterráneo.
A lo largo de la Rambla Nova y por las calles adyacentes podéis disfrutar de los acogedores pequeños comercios, con un amplio abanico de tiendas y servicios. Podéis encontrar bancos, joyerías y todo tipo de tiendas tradicionales que venden moda, calzado, complementos, etc. En el casco antiguo (Part Alta), en un marco muy adecuado, algunas tiendas conservan restos en su interior. Muchos de los establecimientos son anticuarios. También podéis encontrar joyeros excepcionales de diseño y reconocidos maestros en el arte de trabajar materias preciosas.
El mercado central
Construido en 1915, es un digno representante del espíritu mediterráneo de Tarragona, más dinámico que nunca después de la reforma culminada en 2017 que ha permitido dar nueva vida también a sus elementos modernistas. Una nueva etapa en la que la esencia histórica del equipamiento continúa presente, pero con la ambición y el dinamismo propios del siglo XXI.

La joya de todo mercado se encuentra, evidentemente, en su interior, en su gente, productos e historias. Pero el envoltorio del Mercado Central de Tarragona no se puede menospreciar, y es que, por sí solo, las características de su imponente edificio ya justifican una visita.
El Mercado Central tiene la firma de uno de los arquitectos del Modernismo catalán más prolíficos en Tarragona, Josep Maria Pujol de Barberà.
Pujol de Barberà planteó un gran edificio rectangular, de tres naves, y elaborado en un material entonces innovador para Tarragona: el cemento armado u hormigón. Se inauguró con un gran acto solemne en diciembre de 1915.
El renovado mercado del 2017 se erige ahora en un espacio donde no solo se puede ir a comprar: también a degustar, aprender y contagiarse del latido de la ciudad.
El reloj carillón
Y no nos podemos olvidar de la última incorporación en este mercado del siglo XXI. Ninguna visita podrá ser completa sin ver en acción el nuevo reloj carillón del Mercado Central. Cada día, seis figuras del cortejo popular de Santa Tecla bailan al son del pasodoble Amparito Roca (el himno de las fiestas de Santa Tecla), en la fachada principal del edificio. Lo hacen a las 12 h y a las 18 h durante todo el año.
Un ingrediente más de una oferta gastronómica y cultural que, seguro, os hará vivir vuestra visita con una sonrisa.
El Serrallo un barrio pescador auténtico
El barrio marinero de Tarragona, cercano a uno de los puertos marítimos más importantes del Mediterráneo, tiene una gran actividad gastronómica, cultural, asociativa, y económica centrada, principalmente, en la pesca y el mar desde tiempos inmemoriales.
Los atractivos de tradición, gastronomía y cultura genuinas, valorados por el Departamento de Empresa y Conocimiento y por la Agència Catalana de Turisme, le otorgaron la distinción de barrio marinero entre los Barrios y Villas Marineras de Cataluña.
Las playas de Tarragona
El anfiteatro
El anfiteatro era un edificio de espectáculos donde tenían lugar luchas de fieras, cacerías, ejecuciones públicas y combates de gladiadores. El de Tarraco fue construido a principios del siglo II d. C. y fue objeto de reformas en el año 221, como indica la inscripción de 140 m, la más larga de todo el Imperio, que coronaba el podio. Actualmente se conserva parte del graderío septentrional tallado en la roca, muy erosionado, y una parte del graderío meridional, sustentado sobre bóvedas de hormigón. Aquí sufrieron martirio en el año 259 san Fructuoso y sus diáconos. Para conmemorarlo se edificó, a finales del siglo VI, una basílica visigoda, sobre la cual se estableció la iglesia medieval de Santa María del Milagro, en el siglo XII.
El circo era el edificio destinado a las carreras de caballos y carros y se encontraba entre la Vía Augusta y el Foro provincial. Tenía una forma alargada con unos 325 metros de largo y hasta 115 de ancho, y se calcula que tenía una capacidad de 30.000 espectadores.
El circo de Tarragona se construyó en el siglo I y tiene la particularidad de encontrarse dentro de la ciudad, por lo cual tiene unas características arquitectónicas especiales. Está considerado entre los circos mejor conservados de Occidente, a pesar de que una parte de su estructura sigue oculta bajo viejos edificios del siglo XIX.
El Pretorio es una torre de época romana que alojaba las escaleras que permitían el paso desde la ciudad baja hasta el Foro provincial, con el que está comunicado por pasillos subterráneos. Es uno de los ángulos del gran rectángulo de la plaza del Foro provincial. En el siglo XII se convirtió en el palacio de los reyes de la corona de Aragón y posteriormente en prisión.
Se accederá al pretorio y al circo por la entrada situada en la Rambla Vella y se saldrá por las escaleras situadas en la terraza de la Sala Gótica de la Torre del Pretorio, en dirección a la plaza del Rei.
Foro Romano
En el siglo I, con la pacificación de la zona, el ejército romano dejó libre la Parte Alta, que se monumentalizó con tres terrazas situadas de forma escalonada. En el nivel medio se situó la plaza del Foro provincial, centro político y administrativo de la provincia tarraconense. Se trataba de una gran plaza porticada, hoy en día ocupada por decenas de casas y calles. Actualmente se pueden observar restos de los pórticos en los edificios de la Antigua Audiencia (torre sur-occidental), en la plaza del Pallol (puerta, bóveda y pilastras del antiguo Beaterio), en la plaza del Fòrum (muro angular) y en el Pretorio (torre sur-oriental con puertas, vueltas y pilastras).
Para los tarraconenses es casi una obligación pasear por la Rambla e ir a tocar ferro («tocar hierro») al Balcón del Mediterráneo. Este hecho implica llegar paseando reposadamente hasta la barandilla que diseñó Ramon Salas i Ricomà en 1889. Antes de su construcción había un muro que limitaba el paseo de les Palmeres con el acantilado que separaba los campos de cultivo a sus pies y la línea del mar. La denominación del balcón se debe a Emili Castelar, presidente de la Primera República Española, quien lo bautizó con este nombre en su visita a Tarragona en 1863.
Se accederá al pretorio y al circo por la entrada situada en la Rambla Vella y se saldrá por las escaleras situadas en la terraza de la Sala Gótica de la Torre del Pretorio, en dirección a la plaza del Rei.
Foro Romano
En el siglo I, con la pacificación de la zona, el ejército romano dejó libre la Parte Alta, que se monumentalizó con tres terrazas situadas de forma escalonada. En el nivel medio se situó la plaza del Foro provincial, centro político y administrativo de la provincia tarraconense. Se trataba de una gran plaza porticada, hoy en día ocupada por decenas de casas y calles. Actualmente se pueden observar restos de los pórticos en los edificios de la Antigua Audiencia (torre sur-occidental), en la plaza del Pallol (puerta, bóveda y pilastras del antiguo Beaterio), en la plaza del Fòrum (muro angular) y en el Pretorio (torre sur-oriental con puertas, vueltas y pilastras).
La Catedral, ubicada en la parte más alta de la colina, es el edificio más emblemático de la ciudad y contiene también el conjunto de arte medieval más rico de Tarragona. Se inició su construcción a mediados del siglo XII y se consagró en 1331, de forma que es un buen ejemplo de arquitectura de transición del románico al gótico.
Es un templo de planta basilical con tres naves y crucero. Resalta la fachada principal (siglo XIV), con un rosetón enorme. Dividiendo el gran portal hay una bella imagen de la Virgen María con el niño y a la misma altura se sitúan las figuras de los profetas y de los apóstoles. El campanario tiene la base románica, pero el resto es gótico. El cuerpo superior, octogonal y con grandes ventanales, aloja las quince campanas, algunas de las cuales son de principios del siglo XIV.
El altar mayor ostenta un magnífico frontal de principios del siglo XIII donde se representan escenas de la vida y martirio de Santa Tecla. Destaca el espléndido retablo mayor, empezado en 1429, obra del escultor Pere Johan. También, en un arcosolio abierto en el muro lateral derecho del presbiterio, la tumba del arzobispo Juan de Aragón, hijo de Jaime II. Se trata de un sarcófago donde resalta la figura yaciente, de gran realismo y perfección.
Los muros que delimitan el coro son obra del siglo XIV y muestran pinturas murales, mientras que la sillería de madera data de la época de Pedro de Urrea (1445-1489). Entre las capillas góticas destacan la de los Sastres, de mediados del siglo XIV, que se puede considerar el mejor ejemplar de arquitectura gótica por su ornamentación arquitectónica y escultórica. También la del baptisterio, antiguamente dedicada a Santa Úrsula y las once mil vírgenes, construida durante la época del arzobispo Arnau Sescomes (1335-1346), con bóveda estrellada y abundante decoración.
Al fondo del ala meridional del crucero se encuentran tres capillas, obra del canónigo Barceló, de finales del siglo XV. Mencionaremos también las capillas de San Miguel y de la Presentación en la nave lateral derecha y las de los Cardona en la nave lateral izquierda, todas de estilo gótico.
Desde su fundación, el comercio es un sector importante en la economía de Tarragona. En los últimos años, el comercio mayorista ha tomado un fuerte impulso, tanto por la presencia de cadenas de fuera de la ciudad como por la organización y renovación de la oferta genuinamente tarraconense. La gran ventaja que ofrece Tarragona es que las compras se pueden realizar a pie por las distintas zonas de peatones, o por la Rambla Nova, verdadera arteria de la ciudad, que abarca desde la muy transitada plaza Imperial Tárraco, principal nódulo viario de la ciudad, hasta el balcón del Mediterráneo.
A lo largo de la Rambla Nova y por las calles adyacentes podéis disfrutar de los acogedores pequeños comercios, con un amplio abanico de tiendas y servicios. Podéis encontrar bancos, joyerías y todo tipo de tiendas tradicionales que venden moda, calzado, complementos, etc. En el casco antiguo (Part Alta), en un marco muy adecuado, algunas tiendas conservan restos en su interior. Muchos de los establecimientos son anticuarios. También podéis encontrar joyeros excepcionales de diseño y reconocidos maestros en el arte de trabajar materias preciosas.
Construido en 1915, es un digno representante del espíritu mediterráneo de Tarragona, más dinámico que nunca después de la reforma culminada en 2017 que ha permitido dar nueva vida también a sus elementos modernistas. Una nueva etapa en la que la esencia histórica del equipamiento continúa presente, pero con la ambición y el dinamismo propios del siglo XXI.

La joya de todo mercado se encuentra, evidentemente, en su interior, en su gente, productos e historias. Pero el envoltorio del Mercado Central de Tarragona no se puede menospreciar, y es que, por sí solo, las características de su imponente edificio ya justifican una visita.
El Mercado Central tiene la firma de uno de los arquitectos del Modernismo catalán más prolíficos en Tarragona, Josep Maria Pujol de Barberà.
Pujol de Barberà planteó un gran edificio rectangular, de tres naves, y elaborado en un material entonces innovador para Tarragona: el cemento armado u hormigón. Se inauguró con un gran acto solemne en diciembre de 1915.
El renovado mercado del 2017 se erige ahora en un espacio donde no solo se puede ir a comprar: también a degustar, aprender y contagiarse del latido de la ciudad.
Y no nos podemos olvidar de la última incorporación en este mercado del siglo XXI. Ninguna visita podrá ser completa sin ver en acción el nuevo reloj carillón del Mercado Central. Cada día, seis figuras del cortejo popular de Santa Tecla bailan al son del pasodoble Amparito Roca (el himno de las fiestas de Santa Tecla), en la fachada principal del edificio. Lo hacen a las 12 h y a las 18 h durante todo el año.
Un ingrediente más de una oferta gastronómica y cultural que, seguro, os hará vivir vuestra visita con una sonrisa.
El barrio marinero de Tarragona, cercano a uno de los puertos marítimos más importantes del Mediterráneo, tiene una gran actividad gastronómica, cultural, asociativa, y económica centrada, principalmente, en la pesca y el mar desde tiempos inmemoriales.
Los atractivos de tradición, gastronomía y cultura genuinas, valorados por el Departamento de Empresa y Conocimiento y por la Agència Catalana de Turisme, le otorgaron la distinción de barrio marinero entre los Barrios y Villas Marineras de Cataluña.
Las playas de Tarragona
Se caracterizan por la arena muy fina y de color dorado que ha dado nombre a la Costa Daurada (dorada). La arena es blanda, suave y se adapta al cuerpo cuando os echáis a tomar el sol con una simple toalla para evitar que se os pegue a la piel. Si eso pasa, sólo tendréis que esperar que se seque y la arena caerá sola, aunque la mayoría de playas disponen de duchas para refrescaros.
El clima templado permite el baño de junio a septiembre y tomar el sol o pasear prácticamente durante todo el año. Las playas y calas de la Costa Dorada tienen una pendiente muy suave que permite caminar dentro del agua o nadar sin riesgos. Debéis tener solamente algunas precauciones elementales, como informaros de la predicción del tiempo, observar si Cruz Roja ha puesto la bandera amarilla o roja, que os alerta del mal estado del mar, y no alejaros demasiado de la costa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario