Ya he cumplido con las Basílicas Mayores. Estos días que me quedan seleccionaré las iglesias en función de los recorridos que haga por el centro barroco. Ahora me encamino hacia el Gesú, cerca del Palacio Venezia.
...Estamos aproximadamente en el año 1540. Lutero está con la Reforma protestante; La iglesia en el Concilio de Trento con la Contrarreforma; Ignacio de Loyola llega a Roma desde París con unos amigos y fundan la Compañía de Jesús.
Se instalan en un barrio cercano a la Piazza Venezia, al lado de una pequeña iglesia que veneraba a la Virgen del camino, la Virgen della Strada. Por su trabajo, el papa les da su confianza y se confirman como el baluarte de la lucha contra el protestantismo...
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| Santa Maria della Strada |
Muere Ignacio y el Cardenal Farnesio y Francisco de Borja, el superior Jesuita, comienzan la construcción de esta iglesia a los pies de la primitiva de la Virgen della Strada.
Su diseño rompe moldes. Supera el estilo renacentista de la época y se adentra en el barroco. Pronto será el ejemplo para futuras iglesias.
Después de este resumen histórico, desde la calle me fijo en la originalidad de la fachada.
Establece grupos de dos columnas, coloca el escudo de la Compañía, el frontón circular y triangular, el segundo piso es una repetición y las volutas laterales... El dinamismo del barroco ha llegado.
Las dos esculturas son de San Ignacio y San Francisco Javier.
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| El Gesú |
La iglesia es de planta única para centrar la atención de la feligresía.
¡Y el techo!
Creo que le llaman el ilusionismo barroco. Las figuras se mueven y se escapan de la propia pintura...
Jesús en el centro. Los justos se acercan a él y los malos huyen tapándose el rostro... La verdad es que impresiona. ¡ Menuda catequesis!
Las pinturas de la cúpula y del ábside están dedicadas a la Virgen, con imágenes de profetas y padres de la iglesia. Dicen que fueron pintadas como una concesión para captar a los judíos del cercano Guetto.
En el altar, la circuncisión del niño Jesús.
Una sola cúpula se apoya en cuatro pechinas también pintadas, lo que permite el paso de la luz a dos capillas laterales.
Desde aquí se intuyen ambas capillas casi gemelas.
La capilla de San Ignacio donde está enterrado.
Con estas dos esculturas laterales en las que, la Virgen metáfora de la Compañía, lucha contra la reforma protestante.
Y ésta es su capilla gemela (casi), la de San Francisco Javier. El primer gran misionero jesuita.
Aquí se encuentra el brazo del misionero, una reliquia muy venerada.
Salgo de la iglesia. La plaza De Vittoriano está cerca. Cruzó la calle jugándome el tipo y me acerco al monumento.
Estoy en la balaustrada del monumento a Vittorio Emanuelle en la Piazza Venezia en el corazón de Roma.
En el flanco izquierdo, veo el palacio Venezia de severa elegancia renacentista, que ha sido desde residencia papal hasta la casa de Mussolini, desde cuyas ventanas arengaba a sus camisas azules. Hoy alberga un museo y salas de exposiciones.
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| Plaza Veneza |
Y éste es el monumento a Vittoriano como le llaman los romanos, aunque también he oído decir "la tarta de bodas" o "la máquina de escribir..."
En definitiva es un monumento dedicado a la unificación italiana.
La llama encendida junto a la tumba del soldado desconocido...
Y ahora a subir una cuesta... Me voy andando hacia el hotel.
