viernes, 27 de abril de 2018

ROMA, itinerario 4, mañana. San Pablo extramuros, campo de Fiori y el Pantheón.


     La Basílica mayor de San Pablo Extramuros, como su nombre indica, está alejada de la Roma clásica, a unos 14  kilómetros del Vaticano. Una línea de metro me deja en una calle cercana a la Basílica.
Según la tradición, aquí está enterrado San Pablo. Es un monumento Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

   En la audio-guía me he informado un poco de su historia.
      Tras la muerte de San Pablo sus seguidores levantaron una iglesia paleocristiana sobre su tumba. Es en el siglo IV cuando por orden de Constantino se construye la basílica, sobre la antigua iglesia. Durante años fue enriquecida con frescos y mosaicos.
     En 1823 sufrió un gran incendio y tuvo que ser restaurada casi totalmente.

   La fachada no me llama mucho la atención... El campanario desentona un poco, ¿no?
       Anexa a la basílica está la abadía. Creo que de los monjes de Montecasino pasó a los monjes de San Benito, que la administran hoy en día. ¿Benedictinos?

San Pablo Extramuros
         Este es el claustro de la abadía. Me encantan las columnas. Creo que son del XIII.

                      

        Desde la fachada posterior, se ve este llamativo atrio de la Basílica. Hago un cálculo y  me sale un atrio de 150 columnas.

         
       Se puede entrar y lo hago. Pensaba que era un recinto cerrado.



        Desde aquí puedo ver la parte exterior trasera de la basílica, decorada por un enorme mosaico dorado. Es mucho más bonita que la fachada principal.
         En el centro la estatua de San Pablo. Y ni un paso atrás...


             Me dirijo hacia el interior.
  La Basílica posee una nave central y dos laterales a cada lado. Cinco, pues. Mide unos 130 metros de largo, 65 de ancho y 30 de alto... Casi nada. Es en tamaño, la segunda basílica de Roma.
 No he contado las columnas de alabastro, pero hay un ejército. 


                    

     Los mosaicos son del siglo XIII y resultaron muy dañados en el incendio. Por suerte lograron reconstruirse a partir de algunos restos. El suelo de mármol. Supongo que de los Cosmati o seguidores.

                    

          Mosaico del arco de triunfo. Financiado por la hija del emperador Teodosio en el V. También restaurado. Maldito incendio...


     El candelabro  que está junto al baldaquino es del XII, se salvó del incendio.

                            
     
                El baldaquino de mármol es del XIII. Justo debajo esta la cripta. Este tampoco sufrió daños.

                                

      Es la tumba donde reposan las reliquias de San Pablo. Es un sarcófago macizo de 2,55 m de largo por 1,25 de ancho y 0,97 de altura, identificado con seguridad como el del Apóstol.... Eso dicen .


      ¡Y el techo!


         Me dedico a pasear mirando por encima de las columnas esos medallones, creo que les llaman "tondos", que contienen todas las efigies de los papas. A ver si encuentro la del Papa Francisco...
Me entra tortícolis... También me interesa Juan XXIII.


         Y una mirada hacia la entrada. ¡Impresiona!


                    
         Puerta bizantina del XI, una reliquia.                  Puerta del atrio 

  
                Puerta principal.
     

   Ha merecido la pena el viaje. Voy hacia el centro y tengo que tomar un bus.
      Desde el autobús capto esta imagen de la famosa Pirámide Cestia. Pirámide de estilo egipcio del año 12 a. C. erigida en honor a Cayo Cistio. Está cerca del cementerio protestante y de San Pablo Extramuros. Muy cerca creo, de la muralla Aureliana, por debajo de la cual acabo de pasar.

Pirámide Cestia
       El autobús me deja en la orilla del Tiber a cinco minutos de la plaza a la que me dirijo.
Por callejuelas de artesanos, que me recuerdan a las gremiales de Vitoria, llego a este mercado: El campo di Fiori.


         En el centro de la plaza, como protegiendo a vendedores y compradores, la estatua de ...
Tendré que comprobarlo por la tarde cuando levanten los tenderetes.

Piazza di Campo di Fiori
       Frutas y verduras


      Y pasta, mucha pasta. Supongo que para los turistas. Dicen que los romanos  la hacen en su propia casa...No sé yo...


           Vuelvo por la tarde. La plaza recobra otro aspecto. Aquí en el medievo, ajusticiaban a los reos.

Giordano Bruno
        Giordano  Bruno, ahora, está más solo. El filósofo, matemático y científico, que por sus ideas progresistas, fue quemado en la hoguera, aquí en esta plaza en el año 1600. Recuerdo, no literalmente, sus últimas palabras al tribunal " Tembláis más vosotros al anunciar esta sentencia que yo al recibirla"... Manda huevos...
          Los chiringuitos de la plaza empiezan a llenarse de turistas. Me siento a tomar una cerveza y a ver pasar a la gente...
                             
       

        Pan- theos, todos los dioses.  Agripa, tal y como nos recuerda la inscripción, lo ordenó construir para albergar a todos los dioses romanos. Destruido en un incendio, fue posteriormente en 118 d.C., cuando el emperador Adriano lo reconstruyó. En el siglo VII se transformó en iglesia cristiana, sin modificar su apariencia.   ¡Menos mal!
         

El Panteón
       La fachada es la clásica de los tiempos romanos - griegos, con un pórtico con columnas dominadoras por un friso triangular.
Estas tres columnas, las primeras del lateral, son distintas al resto, y no es por el sol. Curioso, ¿no? A ver si me entero el porqué.


       El interior es una planta circular que sostiene la inmensa cúpula abierta. Posee un ojo, también circular, de un diámetro de casi 9 metros.
       En su interior hay un altar, diversos dioses y estatuas y un monumento funerario.


       La luz y otros elementos meteorológicos penetran por el ojo. Sí, justo debajo, hay un desagüe, por lo de la lluvia...


               

      La típica foto del turista.  No la he encuadrado bien...¡manazas!. Menos mal, que hay poca gente....¡Qué vergüenza!


          La tumba de... Ahí la  tenéis.

                                     
       
            Empieza a llegar gente. ¡ Me piro! 
                                                           ¡Viva Italia!











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