Desde Madrid había programado visitar cada día, una de las Basílicas mayores. Hoy me toca Santa María Magliori, la única iglesia que se conserva tal y como la diseñaron en el siglo V.
Llego andando desde mi hotel. Tengo que caminar subiendo un poco, pero la tarde está agradable para andar. Estoy en la colina de Esquilino, una de las siete de Roma.
En una explanada, me doy de lleno con esta columna de 15 metros, traída del templo de Majencio en el foro. En su cúspide una imagen de la Virgen. Estoy al lado de la Basílica de Santa María la Mayor.
Todo comienza con una leyenda. Un Patricio, Juan, y un Papa, Liberio, tienen el mismo sueño: La Virgen les dice que le construyan una iglesia. Estamos a 4 de Agosto. El día 5 cae una buena nevada en esta colina, marcando los límites de la futura iglesia. El patricio pone el dinero y el Papa construye la primitiva iglesia paleocristiana en el siglo IV. En un comienzo, se le denomina basílica liberiana en honor al papa.
Debajo una pintura con la leyenda como motivo.
El papa Sixto no sé cuánto, tras el concilio de Éfeso y el follón que se montó con que María era la madre de Dios y no sólo del hombre Jesús, dedicó la iglesia a la Virgen y comenzó su construcción con la actual estructura, sobre la iglesia primitiva.
Obviamente la fachada original no es ésta. El Papa urbanitas, Sixto, encargó a Francisco de la Fuga, que arreglara algunos desperfectos del techo, del atrio... Se amplió la basílica con algunas capillas laterales, arreglos en el campanario, ampliación del ábside del altar mayor...
Y claro, esto afectaba a la fachada. Al arquitecto se le ocurrió la siguiente composición que se ve en la foto de abajo:
Amplia los laterales con un palacio residencia para los papas. Hace una balconada con tres arcos que protegen unos mosaicos romanos del siglo V. Y establece cinco puertas de entrada a la basílica.
¡Vamos , todo un artista barroco!
Frontal de Santa María la Mayor |
El campanario es de origen medieval y desde el XI hasta el XV se fue renovando. En lo último que trabajaron fue en el bronce y la cruz de la cúpula.
Es la fachada trasera. Hay varias cosas que me llaman la atención:
Esa columna delantera acabada en una cruz. La guía me dice que un papa, Clemente VIII, la colocó ahí, celebrando el fin de las guerras de religión en Francia.
Las dos cúpulas exteriores y la central más baja. Corresponden a dos capillas gemelas y a la cúpula principal todas del Renacimiento.
Al fondo el campanario.
Supongo que dentro encontraré la solución a este rompecabezas.
Trasera de Santa María la Mayor |
Todavía no he entrado y ya estoy estupefacto.
En el atrio cómo no, encuentro su Puerta Santa, que se abre los años de jubileo.
Y también en el atrio me encuentro con un paisano. Es el rey Felipe IV de España, haciendo amigos supongo.
Es la única basílica mayor que conserva la estructura paleocristiana a pesar de los derrumbes. La cobertura y el techo, sí fueron reconstruidos.
El Artesonado del techo es renacentista del XVI. Los panes de oro dicen que son el resultado del primer oro traído de América, donado por los Reyes de España.
He contado 32 columnas jónicas, supongo que provenientes de algún templo clásico.
Y el suelo de mármol, creo que lo llaman Cosmati...
Entre las ventanas y debajo de ellas, pinturas y mosaicos romanos del siglo V, con motivos del antiguo testamento .
Interior de la Basílica |
El baldaquino muy bonito, pero no deja ver el altar y el ábside con su mosaico.
Y el arco de arriba, lo comento más adelante.
Ésta es la cúpula del altar mayor. Ahora entiendo mejor la parte trasera de la fachada.
La verdad es que lo de este arco, es la pera. Son mosaicos y pinturas romanas del siglo V, con motivos de la vida de la Virgen e infancia de Jesús. Falta el que hace referencia al nacimiento. Se cree que fue el que estaba en el altar mayor y el bueno del papa Sixto se cargó en una ampliación.
Es en el siglo XV cuando el Papa Sixto V, el urbanitas, amplía el ábside. Este Papa tiene los remilgos suficientes como para cargarse los mosaicos romanos del siglo V, para agrandar la iglesia.
En su lugar aparecen estos del XV con la coronación de la Virgen.
Debajo la silla papal que no falta en ninguna de las basílicas mayores.
Bajo el baldaquino se encuentra la cripta del Santo Pesebre.
Parece que guardan algunas reliquias del pesebre de Belén en la urna que brilla debajo.
Bajo por unas escaleras a la cripta y me encuentro, en actitud orante, al papa Pío IX .
Se cree que aquí celebró su primera misa, San Ignacio de Loyola.
También está enterrado San Jerónimo, que tradujo la Biblia al latín; justo al lado, en una losa nada pretenciosa, la tumba de Bernini.
¡Cómo para no mirar por dónde pisas!
Ahora entiendo las dos cúpulas que se ven en la fachada posterior. Este arquitecto era un genio.
Para guardar la simetría, construye en el lado derecho la capilla Sixtina. La mandó construir, cómo no Sixto, de ahí el nombre. Y encima la cúpula. Es Renacentista, sus imágenes buscan el equilibrio, según dice la guía.
Y en el costado derecho un poco más hacia la entrada, la capilla Sforza.
¡Impresiona!
Salgo a la calle aturdido, después de tanta belleza.
Me voy a comer un helado.
La fachada, salvo por los arcos y rejas, más que de iglesia podría ser de una casa local. Pero esta iglesia es del siglo IV. Lo estropean los pisos superiores del XVII.
Veo que sale gente. Ya sé lo que han venido a ver, lo mismo que yo, la tumba de Julio II.
San Pedro in Vincoli |
Después de estar en Santa María la Mayor, ya nada me impresiona.
Esta basílica menor, conserva la estructura de la primitiva iglesia paleocristiana, con arcos y columnas originales.
La bóveda se rebajó en el XVII.
Es bonita, pero lo que me interesa más, está al fondo a la izquierda.
Bueno antes voy a la cripta, para ver las cadenas con las que fue apresado San Pedro.
Aquí está enterrado el Papa Julio II, el de la capilla Sixtina y Miguel Ángel.
Y aquí está, el Moisés de Miguel Ángel, que preside el monumento de la tumba del Papa mecenas de Roma.
Está hecho de un solo bloque de mármol. Miguel Ángel lo llamaba " la tragedia del sepulcro ", por las broncas que tenía con el Papa. Encima del Moisés está el papa, tumbado más que muerto...
Miguel Ángel los tenía bien puestos...
Me dirijo hacia el sur para cruzar el Tiber cerca de la isla Tiberina. Un puente moderno, desde el que observo el puente Rotto, me deja en la orilla del Trastevere.
Río Tiber |
Isla Tiberina |
Puente Cestio |
Oigo en la audio-guía la leyenda del Dios Esculapio, origen del símbolo médico de la columna y la serpiente, del antiguo templo al Dios y su reconversión en iglesia de San Bartolomé.
San Bartolomé está enterrado aquí. Es el santo al que desollaron vivo y aparece en la capilla Sixtina con su piel en la mano...
La actual columna de la plaza es en honor a San Juan de Dios y a su labor en hospicios y hospitales.
Bueno, pues esta isla tiene que ver con todo esto.
Plaza central Isla Tiberina |
Salgo hacia la orilla del Guetto por el puente Fabriccio. Mirad la inscripción en el arco.
Puente Fabriccio |
Éste es el puente. Puente Sixto, me suena el nombre. ¿No tendrá algo que ver con el famoso Papa?
Puente Sixto |
Y me adentro en el animado Tratevere. La tarde envejece.
Trastevere |
Aquí está el bar que me recomendaron. Es la hora de cenar. A ver si hay un sitio.
Tras una ensalada y una pizza que no he acabado, salgo de Trastevere.
Vuelvo a casa por la orilla del río. La noche llama a la puerta de Roma.
¡ Arrivederci!
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