lunes, 14 de noviembre de 2022

Barcelona, y algo más


    A principios de 1401, el Consell de Cent y el Capítulo Catedralicio acordaron la construcción de un nuevo y único hospital resultante de la unión de los seis centros sanitarios existentes en la ciudad de Barcelona. y se llamaría Hospital de la Santa Creu.
  El nuevo centro, uno de los más antiguos de Europa y del mundo, fue ideado como un edificio de grandes dimensiones, con cuatro alas de estructura rectangular, de dos plantas de altura y dispuestas alrededor de un patio, siguiendo el modelo de los claustros eclesiásticos. 
   Las obras acabarían en 1450. Posteriormente, hasta el siglo XX se hicieron intervenciones menores.

  El Hospital de la Santa Creu fue durante más de cinco siglos el gran hospital de la ciudad de Barcelona y su área de influencia. La actividad de caridad del Hospital iba más allá del cuidado de los enfermos, ya que hasta finales del siglo XIX también desarrollaba una importante tarea de acogida y formación de los niños huérfanos.
  En esta época, no obstante, el edificio gótico del Raval, después de cinco siglos de actividad ininterrumpida, el Hospital de la Santa Creu ya no podía responder al crecimiento de la ciudad de Barcelona y a los constantes adelantos de la medicina. La construcción de un nuevo hospital se hizo muy necesaria.




  Y aquí surge El Hospital de Sant Pau, diseñado por Lluís Domènech i Montaner.
  Fue construido entre 1901 y 1930, convirtiéndolo en el hospital más antiguo de España. La estructura muestra el legado modernista de Barcelona durante el siglo XIX y fue reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 1997.
    Este es el hospital donde murió Antoni Gaudí, tras ser atropellado por un tranvía.

                     




    La visita se ha quedado tan sólo en los exteriores. Pero ya me he hecho una buena idea de este espléndido lugar.

                      


   Otra de las visitas que he realizado, fue la primera pues mi hotel queda relativamente cercano es el Parque de la Ciudadela.
    Es el parque urbano más grande de Barcelona después del de Montjuic​

   El código QR que he encontrado en la entrada me informa sobre el arco de entrada:
 
En el año 1888, Barcelona organizaba la Exposición Universal. Como puerta de entrada a la feria, situada en el Parque de la Ciutadella, se levantaba el Arco del Triunfo. 

                                   

El arquitecto Josep Vilaseca concibió una obra de carácter y proporciones clásicas como alegoría del respeto de Barcelona hacia las naciones y provincias participantes en la Exposición. Como contrapunto, Vilaseca optó por revestir el monumento con obra vista y dotarlo de un aire totalmente neo mudéjar, un estilo de moda en la España de aquel momento. La combinación del uso del ladrillo con el conjunto de frisos que rodean el arco lo convierten en una pieza singularmente bella.

               

El Arco del Triunfo constituía la puerta de entrada a la modernidad de la Barcelona de finales del siglo XIX. Por un lado, el friso orientado hacia el paseo de Sant Joan representaba Barcelona recibiendo a las naciones. Por otro, se ve cómo la ciudad entrega los galardones a los participantes de la Exposición.

 
Los relieves laterales simbolizan la Agricultura y la Industria a un lado y el Comercio y el Arte en el otro. Y encima del arco, los escudos de las 49 provincias españolas son presididas por el escudo de armas de Barcelona.

              

   Tras pasar por debajo del arco triunfal, camino por el paseo que me va a llevar a la verja de entrada al Parque propiamente dicho. Me llaman la atención esas farolas. Me parecen muy espectaculares y originales a la vez.

                                       

    Traspaso la verja y me adentro en el Parque. Hay gente paseando, sentada y muchos niños de colegios correteando y celebrando su contacto con esta naturaleza reglada.

           
   
  Por todos los rincones encuentro una extensa colección de arte público, lo cual  convierte al Parque en un museo de esculturas al aire libre.

 

     Hay dos antiguos museos que forman parte del Museo de Ciencias Naturales , además del Umbráculo y el Invernáculo, dedicados a la conservación de especies botánicas. También aquí se sitúa el Zoo de Barcelona

    En el Parque se encuentra el antiguo Arsenal de la Ciudadela, actual sede del Parlamento de Cataluña


               Sigo caminando entre árboles que empiezan a mudar su ropaje y llego a La Cascada


   Sigo observando la cantidad de esculturas que pueblan el monumento. Con todo mi respeto me re rro forjado que lo preside: La Cuadriga de la Aurora; el Frontón de estilo clásico griego y entre otras esculturas la de Neptuno.

 

   Justo en el centro como la actriz principal El nacimiento de Venus; y delante de mí, los cuatro grifos que expulsan agua por la boca, en la parte inferior del monumento.
Ah, y custodiando a Venus creo que contemplo a un Fauno.

   Bueno ya me he hecho una buena idea de esta zona de la ciudad, que me abre paso al mar limitando con el barrio de Born  y la Ciutat Vella.

                     
 

  Cercano a la catedral esta el mercado de Santa Catalina. Lo recuerdo de viajes anteriores, pero voy a darme una vuelta y sentarme un rato en su terraza. Hoy hace buen día.
   En el lugar donde existía un convento con nombre de la Santa en 1837 tras verse afectado por la desamortización de Mendizábal, se levantó el mercado hoy existente.
El mercado sufrió una reforma integral entre 1997 y 2004. Uno de los cambios más significativos de esta reforma fue la nueva cubierta de colores, inspirada en el artista gaudiniano. 

 

    Por dentro me sigue pareciendo impresionante. Es diferente del mercado de la Boquería, al memos a mí me lo parece. No es tan turístico, a pesar de su localización, cercano a la catedral.



     Volviendo sobre mis pasos hacia Plaza de Urquinaona me encuentro. no lo buscaba, con este edificio. Es el Palau de la Música  una obra de arte modernista que combina arquitectura, escultura, mosaico, vitrales y forja en una sala de conciertos  Proyectado por Lluís Domènech i Montaner y el palacio se construyó entre 1905 y 1908 para servir de sede al Orfeón Catalán.

 










domingo, 13 de noviembre de 2022

Barcelona, el Raval

   
  Después de mi "paseo" por Plaza España y Montjuic, bajo hasta La Diagonal. Esta calle me trae recuerdos. Por aquel tiempo, estando en la Universidad en Bilbao, leí algunos artículos sobre el barrio Chino de un periodista infiltrado en dicho barrio. Creo que se apellidaba Madrid.
   Tanto El Molino como el teatro Apolo han cambiado, al menos en mi memoria.

  

  Llego hasta el final del Paralelo y me dirijo hacia el Raval. Me han recomendado no pasar por este barrio; pero con cuidado no creo que tenga problemas.
   La verdad es que quiero visitar una iglesia convento de origen románico. Esta zona en la época medieval estaba fuera de la zona amurallada y aquí estaban los conventos.
   El trasiego y el ruido de la calle me alerta de que estoy entrando en el barrio del Raval. Y justo al entrar en de la calle Sant Pau, me encuentro con un momento de descanso en esta pequeña iglesia románica. Sus fornidas paredes de piedra cierran el misterio y las maravillas de un estilo primitivo, pero cargado de simbolismo, que habla del pasado de la Barcelona de los conventos. Es el Monasterio de San Pau del Camp.


    No hay nadie en la puerta. Un chico me dice que dentro de una hora cerrará, pero que tengo el tiempo suficiente para la visita. Pago la entrada y me da un tríptico informativo. Yo venía preparado para un QR...¡Vaya por Dios!

                                                                
    El tríptico me informa de que la lápida funeraria de Guifré II Borrell, muerto en 911, ayuda a datar el origen de una de las iglesias más antiguas de la ciudad de Barcelona, lo que queda de un antiguo monasterio benedictino.

                                       
  
   De estilo románico lombardo, tanto la iglesia como el claustro del monasterio se encuentran en muy buen estado de conservación. 
   El portón exterior, con un arco de medio punto, muestra una modesta decoración en la cenefa de arcos ciegos  y descansa en relieves en forma de cabezas. La puerta principal de la iglesia de Sant Pau,  me adentra en el silencioso recinto.

 

                    La iglesia es de sencilla construcción, con planta de cruz latina y tres ábsides.

                       

   Desde la iglesia, salgo a un claustro de arcos polilobulados. Como en un juego infantil, observo los capiteles tratando de descubrir la infinidad de decoraciones geométricas, vegetales o fantásticas. Entre todas de ellas hay dos que llaman especialmente la atención y que debo localizar: una con Adán y Eva al lado del árbol y la serpiente del pecado. Otra, con una mujer atormentada por dos sapos que le devoran los senos.
 

  Sin duda, el tiempo se ha parado en la iglesia y monasterio de Sant Pau del Camp.

Continúo mi camino, para adentrarme de lleno en el barrio de Raval; un concurrido barrio multirracial.