Y siempre paso por la Plaza de Cataluña o por Plaza Cataluña como por aquí la nombran. Hoy me propongo detenerme en ella y no sólo pasaré de largo.
Las palomas siguen adueñándose del piso; siguen encontrando a turistas encantados que les sirven la comida en cubertería de plata... Pero tras la pandemia, han encontrado nuevos inquilinos. Desde el reino de las aves okupas. las gaviotas, han llegado para hacerles cosquillas. Una bonita disputa.
Dejando atrás estas peleas del coliseo, voy a darme un rodeo por la plaza. Lo primero que me llama la atención es el Monumento a uno de los primeros militares republicanos independentistas: Francesc Maciá.
Sigo paseando por la plaza. Lo he leído y no me lo podía imaginar. Me acerco y ahí está. La ventana de a medieval del Corte Inglés. Parece ser que tras la compra de parte de los edificios de la manzana, la multinacional se comprometió a conservar esta ventana de unos de los edificios destruidos. Y por lo que veo, lo cumplieron.
Hay muchas esculturas. Pero yo creía que la Moreneta estaba en Montserrat. Pues parece que también está aquí en los brazos de un monje: El monje y la moreneta
Tras este pequeño rodeo a lo Sherlock Holmes me dirijo a la arteria coronaria de la Ciudad Condal: Las Ramblas. Sé que los entendidos dividen esta avenida en varias partes, pero yo voy a ir hacia el puerto destacando lo que me llame la atención.
Lo primero que me encuentro es la fuente de Canaletas. En Canaletas reza la leyenda que “aquel o aquella que beba de su agua volverá a Barcelona”. La gente en vez de un vaso lleva un móvil en la mano.
Está abarrotada de turistas haciéndose el selfie de rigor. Ya haré la foto por la noche , pues repetiré este paseo varias veces en mi estancia. Lo que sí quiero reflejar es mi recuerdo de esta misma fuente en Cartagena de Indias, Colombia. Aquel día, lejos de la patria, fui un poco culé...
Paso del ambiente futbolero y sigo bajando. Lo venía buscando para picar algo y tomar un zumo. Es el mercado de la Boquería. Lo recuerdo igual. Incluso con tanta gente. Tendré que venir a otra hora, si quiero ver y tomar algo.
La fuente de Portaferrisa, puerta de hierro, una puerta a la ciudad medieval. Esta fuente está decorada con una obra en cerámica que representa la vida diaria en las puertas de la muralla en el siglo XVIII.
El único resto visible de la muralla y está bajo tierra en un aparcamiento urbano. Otro detalle que nos contó el guía del tour. Me encantan estos chismes ciudadanos.
La plaza del Rey ... ¿Cuánto va a durar este nombre?
En un principio aquí se hallaba un monasterio de los monjes Trinitarios, como todos los conventos se hallaba fuera de las murallas de la ciudad medieval. A mediados del XIX, ciudadanos de la élite catalana, aportaron dinero para edificar un palacio de la música catalana. Al finalizar el siglo, un incendio acabó con el edificio. Dicen que fue obra de los fantasmas de los monjes.
El edificio fue reconstruido pero una bomba anarquista en 1929, hizo necesaria una nueva reconstrucción. Y un nuevo incendio en 1994, éste lo recuerdo siguió ejecutando su maleficio.
Y por fín llego al final. Colón me está esperando. ¿Genovés o catalán? ¡Qué más da! Sigue señalando a las indias occidentales.
Al fondo, la playa de San Sebastián y el Puerto Viejo y ese hotel que se ve desde todos los lugares y no sé cómo se llama.
Durante el tour que hice ayer por el barrio gótico, el guía nos comentó que la antigua muralla medieval tenía unas ocho entradas. Hoy en día, en las Ramblas, han colocado unas farolas de cinco luces, sólamente en lugares que coinciden con las antiguas entradas de la muralla.
Y buscando las farolas de cinco luces, como no miraba para el suelo, casi me lo salto. Es el Miró de las Ramblas.
El edificio fue reconstruido pero una bomba anarquista en 1929, hizo necesaria una nueva reconstrucción. Y un nuevo incendio en 1994, éste lo recuerdo siguió ejecutando su maleficio.
Hoy el Liceo luce así.
Y me dirijo hacia La Barceloneta que se comenzó a urbanizar en el siglo XVIII. El barrio tiene forma triangular y limita con las playas del barrio y el mar, con el Muelle de España del Puerto Viejo y con el el barrio de la Ribera, la estación de Francia y el nuevo Puerto Olímpico de la ciudad de la ciudad.
Originalmente, se trataba de casas unifamiliares que eran habitadas por pescadores, algunos de los cuales vivían en condiciones de alta pobreza. Con el tiempo, el barrio llegó a albergar algunas fábricas, que en la actualidad ya han sido desmanteladas.
Si bien la parte exterior del barrio, en especial por el Paseo Juan de Borbó, es un sitio bastante animado, las calles internas del barrio suelen ser bastante tranquilas.
Vale la pena recorrer, los alrededores de la Plaza del Mercado. Todavía con lugares castizos para tapear. Recuerdo una cena en una de estas tascas, justo cuando acabé mi licenciatura... A propósito, ¿esta fuente no es la de Canaletas?
Como Vicente que va dónde hay más gente, me dirijo al Paseo Marítimo, para ver sus playas.
La Playa de la Barceloneta es a la vez una de las más conocidas de la ciudad, nunca está desierta, incluso en otoño e invierno. Fue remodelada justo antes de los Juegos Olímpicos del 92
Si bien la parte exterior del barrio, en especial por el Paseo Juan de Borbó, es un sitio bastante animado, las calles internas del barrio suelen ser bastante tranquilas.
Como Vicente que va dónde hay más gente, me dirijo al Paseo Marítimo, para ver sus playas.
La Playa de la Barceloneta es a la vez una de las más conocidas de la ciudad, nunca está desierta, incluso en otoño e invierno. Fue remodelada justo antes de los Juegos Olímpicos del 92
Al fondo, la playa de San Sebastián y el Puerto Viejo y ese hotel que se ve desde todos los lugares y no sé cómo se llama.
Del otro lado, el Puerto Olímpico.
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