sábado, 12 de noviembre de 2022

Barrio Gótico: Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia

   La Catedral de Barcelona –oficialmente Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia- es un templo antiguo con una fachada relativamente moderna.
   Donde se asienta la actual catedral gótica hubo ya desde el siglo IV una catedral paleocristiana. Sus restos pueden verse aún en el subsuelo y en el Museo de Historia de la Ciudad. 
  Tras el  deterioro sufrido en la invasión del caudillo árabe Almanzor, en el siglo X, sería reemplazada por un nuevo templo románico.
   La construcción del actual templo gótico no comenzaría hasta el 1 de mayo de 1298 bajo el reinado de Jaime II de Aragón, prolongándose durante 150 años.


 Sin embargo, la fachada que  puedo apreciar desde la Pla de la Seu es mucho más reciente: fue a finales del siglo XIX, tras cuatro siglos inalterada, cuando con motivo de la Exposición Universal de 1888 se construye la fachada proyectada en el siglo XV que nunca había llegado a realizarse. Un frontal neogótico, con sus dos pináculos laterales, y el cimborrio de 70 metros de altura. Todo fue
fue terminado en 1913.

        

                 

   Me doy un rodeo exterior y me han dicho que me pare a observar la Puerta de San Ivo, la más antigua y principal acceso a la catedral durante cinco siglos, donde una inscripción nos recuerda la fecha exacta de 1298 en la que comenzó a construirse el templo.


   Tras pagar la entrada y una vez dentro, la audioguía me dirige hacia el Altar Mayor. 
   Está sostenido sobre dos capiteles del templo primitivo del siglo VI y presidido por la Exaltación de la Cruz rodeada por seis ángeles. 



   Entre los elementos más valiosos del templo están el coro, con su sillería de madera tallada del siglo XV, los relieves de la vida de Santa Eulalia del trascoro, de estilo renacentista.


   La cripta de Santa Eulalia y la cruel leyenda de la mártir
   En principio, en el año 599 la iglesia estaba dedicada a la Santa Cruz . En el 877, la basílica recibió las reliquias de Santa Eulalia, patrona de la ciudad de Barcelona, que habían sido encontradas escondidas en la iglesia de Santa María del Mar. 
   La historia narra que los romanos aplicaron hasta 13 martirios a esta doncella, tantos como años tenía: desde encarcelarla y azotarla hasta torturarla en un potro, quemarle los pechos, arrojarla a una fosa de cal viva o a un corral lleno de pulgas. Es famoso el noveno tormento, que consistió en meterla desnuda dentro de un tonel lleno de vidrios rotos, clavos y cuchillos para lanzarla por un callejón empinado que desde entonces se llama Baixada de Santa Eulalia. Finalmente, se la clavó en una cruz con forma de aspa que hoy es el emblema de la catedral.
   Esas reliquias hoy reposan en la cripta. Por cierto preciosa.


 

 La cripta, lo repito, me parece preciosa. Los restos de la santa reposan  bajo el altar mayor, en un espectacular sarcófago gótico de alabastro, en el que hay talladas escenas del martirio. 

       

   Miro hacia el techo y uniendo esas nerviaciones góticas aparecen las claves. No sabía que se llamaban así estos medallones. La catedral tiene en total 215 claves, siendo las de la nave principal las más grandes, de dos metros de diámetro y con un peso de 5 toneladas, eso me dice la guía...


   En la basílica también descansan los restos de diferentes personalidades reales, destacando los sepulcros del conde Ramón Berenguer I y su esposa, Almodis de la Marca, así como el cuerpo incorrupto de San Olegario, obispo de Barcelona en el siglo XII; yo no lo he visto.



  El órgano de la catedral fue construido entre los años 1537 y 1539 y también me llama la atención.
Muy a menudo, se pone a prueba en los conciertos que programan cada mes los tres organistas actuales de la catedral de Barcelona. Esta semana, según reza en los carteles de la entrada hay uno.


  Las vidrieras góticas en la catedral, están todas diseñadas con el mismo esquema de tres calles, el central con la imagen del titular y los laterales con decoraciones geométricas que enmarcan escudos reales de la ciudad, ángeles, etc. y coronamiento trilobular. 
  Las épocas de la construcción de los vitrales van desde el XIII al XVI.


 

 Una de las capillas más visitadas y en las que se ofician misas es la de Cristo de Lepanto. 
Como notra curiosa su cuerpo esta ladeado. Cuenta la leyenda que fue para evitar una salva de cañón.


  El claustro guarda otras muchas curiosidades invisibles si no llego a coger la autoguía
  
  

                              

Por el suelo veo grabados esculpidos en la piedra, que representan a gremios de mercaderes y artesanos, algunos de los cuales se ganaron el ser enterrados aquí por su apoyo financiero al proyecto catedralicio. 

  

   En el  jardín del claustro gótico, con palmeras, magnolios y naranjos, hay un estanque por donde corretean trece ocas blancas en honor a Santa Eulalia, que tenía trece años cuando fue torturada. 
En una esquina del patio, dicen que da buena suerte arrojar una moneda a una pequeña fuente con una imagen de San Jordi matando al dragón. En el surtidor central, que data del siglo XV, tiene lugar todos los años por la festividad del Corpus Christi el tradicional L’ou com balla, cuando se hace “bailar” un huevo colocándolo sobre el chorro de agua.

 

   Por último visito el museo catedralicio: La sala capitular



                                                      Frescos en el techo y un retablo

 
Otros detalles...


Ya vale por hoy,











  











 


























 









   




































































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