sábado, 12 de noviembre de 2022

Barcelona, el ensanche modernista


   He reservado un tour  por la Barcelona modernista y espero conocer un poco de lo que fue  una ciudad en expansión.  Espero que la guía sea amena y me ilustre un poco, pues soy un perfecto indocumentado sobre este tema.

   A finales del siglo XIX, y como consecuencia de la revolución industrial y los avances tecnológicos  (electricidad, ferrocarril...), aparece en  Barcelona una nueva manera vivir siguiendo los postulados de una sociedad moderna.
   A mediados del siglo XIX se habían derribado las murallas que rodeaban la ciudad de Barcelona. Los terrenos de extramuros, que hasta entonces se habían utilizado como campos agrícolas y zonas militares, se urbanizaron a través del Plan Cerdà, que crearía el Eixample. El proyecto proponía amplias calles y avenidas, sin diferenciar clases y casas con una altura máxima de tres pisos. El Plan Cerdà se  se convirtió en el centro de residencia de esta burguesía ilustrada.
  A finales del siglo XIX las principales familias burguesas industriales como los Güell, los Batlló o los Milá decidieron dejar un legado en forma de edificios simbólicos diseñados por los mejores arquitectos del modernismo en la calle más destacada del nuevo Eixample.
  Tras el desastre de 1898 y la pérdida de Cuba, volvieron los llamados "indianos" con grandes fortunas, inquietudes culturales y aires de modernidad. Pero la transformación de la ciudad será, en gran parte, consecuencia de la organización de la Exposición Universal que tendrá lugar en 1888.
  El Modernismo, que quiere romper con las formas del pasado y crear un nuevo arte, es un movimiento ecléctico que tendrá un importante peso en la arquitectura. La arquitectura modernista supuso una renovación de las formas inspiradas en la naturaleza, la utilización de nuevos materiales y un sentimiento nacional catalanista.

 

  Y empezamos el Tour caminando hacia "La manzana de la discordia"  cuyo nombre parece que nace de una fábula de la mitología griega:
 "El nombre de la Manzana de la Discordia, remite a la boda de Peleo y Tetis, dónde habían sido invitados todos los dioses a excepción de la diosa de la Discordia, Eris que, se presentó en la boda con una manzana dorada a modo de regalo con la palabra Kallisti (a la más bella). Varias diosas se pelearon por obtener dicha manzana, Zeus zanjó la lucha ordenando que Paris, príncipe de Troya sería quien emitiría el juicio. Paris finalmente ofreció el fruto a Afrodita."
.Se han encontrado similitudes entre este episodio y la rivalidad existente entre los arquitectos del modernismo y sus propietarios por tener el edificio más bello de la citada manzana de casas de Paseo de Gracia. Además, el paralelismo que ofrece el hecho de que en el episodio griego el símbolo sea una manzana y aquí se hable de una manzana de casas.


Y tras un pequeño recorrido por el Paseo de Gracia, llegamos a la primera parada.
En el nº 35 de esta calle nos encontramos con la casa Lleó Morera, encargada al arquitecto  Domènech i Montaner; un poco mas adelante, encontraremos la Casa Amatller diseñada por Puig i Cadafalch y la Casa Batlló, obra de Gaudí. Esta foto la he conseguido de una postal antigua.

                     

     

La Casa Lleó i Morera diseñada por Domenech i Montaner
El nombre de este edificio significa "Casa de los leones y las moreras", así que la guía nos ha instado a encontrar los leones y las moreras escondidos en la fachada del edificio. Algunos de los elementos originales se han perdido a lo largo de los años, pero todavía hay mucho para deleitar los ojos.



 

                           Yo he encontrado restos vegetales, supongo que hojas de morera...


Y animales, aunque no parecen leones.

          

      Me llaman la atención estas mujeres que aúnan su feminidad y la nueva tecnología del XIX: gramófono, fotografía y no sé qué representa la otra... 

            

La Casa Amatller, casa modernista del chocolate, diseñada por Puig y Cadafalch
   Su historia es fascinante: trata de una familia de chocolateros con gran visión comercial que optó por dejar un gran legado. Y doy fe que lo consiguieron.
   El arquitecto Puig i Cadafalch diseñó su fachada escalonada (me recuerda construcciones de Amsterdan) y con la flor del almendro (amatller), que hace referencia al apellido de la familia, como símbolo replicado en casi cualquier rincón de la casa:  en la fachada, en las baldosas del suelo y en varios detalles de los muebles...

 
 

     El primer piso era la residencia habitual de la familia. La foto de la derecha son los aposentos de la hija.
        
 
                                                     La entrada me pareció muy elegante.


La Casa Batllo, obra de Gaudí.
   La casa se conoce como la casa de los bostezos en alusión a los balcones que parecen que estén bostezando, o la casa de los huesos, haciendo referencia a las columnas de piedra del piso principal. Yo le llamaría la casa del dragón; San Jorge estará por ahí escondido.
  Todos son nombres "peyorativos" que se dieron en su época; pura envidia. Gaudí sustituyó la antigua fachada por un nuevo conjunto de piedra y vidrio. Hizo repicar los muros exteriores para darles la forma ondulada, que después cubrió con mortero de cal, vidrios de colores y discos de cerámica.


                                                  No me digáis que no parece un dragón...


   Cuando acaba el tour ya ha anochecido y aprovecho para volver sobre mis pasos. Me paro y me parece que las casas han cambiado...




Esta casa la he dejado para una buena mañana. pues quiero subir a la terraza.
   La La Casa Mila La Pedrera
   Me encuentro una fachada totalmente inusual para esta última obra civil de Antoni Gaudí. De aquí se fue a la Sagrada Familia.
 La Casa Milà, apodada La Pedrera (la cantera), en parte porque los acantilados cerca de Barcelona fueron la inspiración del gran arquitecto pero también por la apariencia de la fachada ondulada del edificio. De hecho, el edificio no tiene una sola línea recta. 
   A mí me recuerda mucho al mar y a su oleaje. Además el enrejado de los balcones me sugieren las algas marinas de Poseidonia del Mediterráneo.


        Después de un buen rato en el exterior y mirando hacia arriba, me toca subir a las terrazas para poder mirar hacia abajo. 


Pero estoy en el cielo o en las galaxias con los soldados de Star Wars...


                         Francamente esta casa es un espectáculo. Creo que Gaudí y la familia Milá acabaron como el Rosario de la aurora... Es más la labor de Gaudí se quedó inconclusa. La pela es la pela.



    Tras el empacho modernista de ayer, todavía me quedan ganas, para visitar el Parque Güell. Va a ser una visita rápida, pues ya conozco el parque de anteriores visitas a Barcelona. Tengo que caminar unos 4 km por Paseo de Gracia y prefiero coger un autobús. El GPS me dice que es el número 39.
    Es temprano y no hay nadie. No saco entrada, sino que aprovecho para visitar la zona que es de libre acceso.


 ¡Genial Gaudí!




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