lunes, 27 de marzo de 2017

ESTAMBUL, Gran Bazar


    Después de comer y un pequeño descanso, asciendo por Diván Yolu, la arteria principal de esta parte vieja y me dirijo a La Cisterna Basílica. 
   Es la estructura subterránea más antigua de la ciudad. Construida durante el reinado de Justiniano, allá por el 532 d C.
 
      Algo más de 300 columnas y sus correspondientes arcos conforman su estructura. Tras la ocupación otomana pasaron del desuso al olvido. Desde 1987,tras su limpieza y restauración, son un monumento de interés turístico.
       Dicen que las columnas parece que lloran, cuando rezuman humedad.
      Aquí aparecen las famosas medusas. Dos columnas sustentadas por dichos animales marinos. Como en todo lugar turístico se fabula con estas figuras y su vuelta a la ciudad mágica .
           
  
       Tras la visita, no muy larga, me dirijo hacia Çemberlitas. Está muy cerca.
       Ésta es la famosa Columna de Çemberlitas, erigida por Constantino cuando la ciudad, Constantinopla, fue declarada capital del imperio en el 330 d C. Hoy la veo  reforzada y sujeta por unas bridas de hierro. En su base se dice que guarda reliquias sagradas para los cristianos...
        Justo enfrente está un famoso Hamam, el baño turco.  Parece que es del XVI. No tengo muy claro, si al final de la semana, lo visitaré. Hoy no. Creo que cerca de aquí, en la mezquita de Soleimán, hay otro más antiguo.
         

            Más adelante y girando a la derecha comienza el bullicio. Es El gran Bazar. Su origen son calles gremiales surgidas en torno a una de las casas del sultán que posteriormente fueron cubiertas con tejado, allá por el siglo XV.
            Hoy, tras las puertas de entrada, nos encontramos con más de 58 calles y 4.000 tiendas de todo tipo. Todo el mundo habla del regateo en el bazar... Yo sólo paseo y observo a lo lejos; no voy a comprar nada. Eso creo...                                                             
          
  
         Es un despertar de los sentidos. Olor y color. Supongo que también gusto y tacto, pero no toco ni pruebo nada, por ahora...

                               Un juego de té, unos farolillos, unos bastones, un nargile...

        Al final caigo en la tentación y acosado por los vendedores, compro unas pasminas.
    Después de creerme que he ganado el regateo, me marcho orgulloso.
                                      ¡Natxo eres un pringao, te acaban de engañar!

                    Tras perderme de nuevo por sus calles, salgo por otra puerta con mi paquetito.    
    

            La empinada calle Mamuhtpasa me acoge en sus brazos. Es un Rastro, pues es abierto y los precios son incluso más ventajosos que los del bazar. Me siento muy a gusto en este bullicio sanferminero.
         

           Tras un descenso lento y muy entretenido, de más de media hora, llego a la puerta del bazar egipcio o de las especias.
               
      
                   Toca ver, toca oler y toca probar. Sigo sin tocar. Pero caigo en la tentación y compro.
                                                               ¡Ah, delicias turkas!
 
        Salgo del bazar y me encuentro con la zona de animales y plantas. 
        Veo tulipanes, muchos tulipanes, la flor nacional turca. ¡Què chasco para los holandeses!


                Ya llegando a EMINÖNÜ los puestos  de comestibles y especias se hacen uno.
             

                   Y por fin salgo de este laberinto de los sentidos. Enfrente el mar y el puente Galata.

      Tras el primer día turístico me han concedido el título de gran visir. A ver cómo me las apaño.

                                             ¡Ha sido un día estupendo!  ¡Salam Aleikum!
 

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