sábado, 5 de abril de 2014

CHILE, El salar y sus tres lagunas

    Después de la paliza y del madrugón mañanero quiero aprovechar la tarde, después de dormir un poco, para ver las lagunas saladas de la depresión. El viaje no es muy largo y tal vez me dé un baño, a ver si es verdad eso de "la flotabilidad".

    
 El salar de Talar también es conocido como Piedras Rojas, porque en uno de los lados del salar hay unas formaciones rocosas de un color rojo intenso.
 El salar, ubicado a 3.950 metros de altura, se encuentra rodeado por varios cerros de color gris rojizo que terminan hundiendo sus laderas en el blanco salar y en las aguas del lago salado que tiene un pálido tono azul verdoso. 

  
   Nuestro próximo destino, el salar de Atacama, está bastante más bajo, a 2.300 metros de altura.
El Salar de Atacama, con sus 3.000 km2 de superficie, es el tercer mayor salar del mundo, por detrás del Salar de Uyuni en Bolivia (11.000 km2) y las Grandes Salinas de Argentina (8.200 km2).
  

 La primera laguna que visitamos es La laguna Cejar. Le pusieron el nombre porque tiene una forma de ceja humana. He visto una foto aérea y es cierto.  Dicen que su salinidad es superior a la del Mar Muerto.

     Es cierto, ¡floto! La sensación es similar a mis inicios en el buceo, cuando inflabas el chaleco con la botella y te dabas la vuelta. Pero enseguida controlas. Por supuesto, me hago la foto de rigor y permanezco unos treinta minutos en el agua. Esta fresquita, pues estamos muy altos, pero merece la pena.


                                                             Mi madre no quiere que me bañe...
                                                

    Después de una buena ducha para quitarme la sal, salimos en dirección al segundo destino: los Ojos del salar. Son dos lagunas cercanas entre sí, que asemejan dos ojos. Las fotos aéreas lo confirman. Las mías no. 
                

  
    Las lagunas han perdido mucha salinidad y son de agua prácticamente dulce. No me baño, pero me hago la foto "pija" del espejo...
                       

     Por ùltimo visitamos la tercera laguna, la laguna de Tebinquiche. Es la salina del salar. No se puede comparar en tamaño a la de Bolivia ni a la de Argentina, pero tiene su belleza. 



     Y acabamos con la puesta de sol sobre el pico más alto de la cordillera costera, el Domeyko de unos 4.600 metros, y "dos piscos sour" que me dejan contento.

                           Dos minutos más tarde... Yo creía que eran los efectos del pisco, pero no.

                                     Mañana a vuelo Santiago... Pero me llevo estas imágenes

2 comentarios:

  1. ¡Cada vez son más hermosas las imágenes! creo que es lo que más me está gustando de tu viaje.
    ¡Guau!

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  2. Tú flotabas en la Laguna del Cejar yo lo hacía en el Mar Muerto. Es una sensación de impotencia, el agua te empuja y no te deja moverte como quieres.
    Impresiona mucho.A mi vuelta, he continuado viendo tus hermosas fotos de esta semana. Que sigas disfrutando, jabibi.

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