Bueno haremos tiempo en la playa comiendo unas ricas empanadas, mientras llega nuestro turno de visita.
Fuimos a ver a Neruda y nos encontramos con Sorolla. "Isla Negra" así se llama la otra casa que Neruda tenía por esta zona; hoy está convertida en museo. Aquí capté lo humano de Neruda, más que lo poético. La casa es una pasada y muestra su interés por coleccionar cosas variadas y sobre todo las vistas que tenía al mar. Vivía muy bien, el jodido.
La casa respira mar, huele a mar y sabe a mar.
Entro con un barco y salgo con una locomotora.
La visita da para lo que quieras. Un minimalista se volvería loco aquí dentro. A mí me ha encantado, no ha lugar al aburrimiento. El tiempo se detiene o pasa rapidísimo, no sé yo.
Y las colecciones de casi todo.
La poesía está latente en el pueblo chileno. Estamos en un chiringuito próximo a la casa de Neruda y sus odas componen "la carta" para la clientela. ¡Muy bueno!
Después de tomar un pequeño aperitivo, salimos rumbo a Viña del Mar.
Una ciudad a veinte minutos de Valparaíso, con una estructura urbana parecida, pero de clase social alta. Es una ciudad turística por excelencia, que podría asemejarse a cualquier ciudad costera mediterránea. A mí me suena por el Festival Internacional de Música.
Las casas de sus cerros, también poblados y empinados, no tienen nada que ver con su vecina y colorida Valparaíso.
Vista aérea de Viña del Mar y del Estero Marga-Marga
Llegamos a Viña cuando está atardeciendo. Nos dirigimos a Concón, así que apenas tengo tiempo de saborear la ciudad. Mañana intentaré resarcirme.
Menuda diferencia de cerros. ¿Recordáis los de Valparaíso?
Paramos un momento en Viña, mientras cruzamos el estero y nos quedamos mirando al casino.
Está claro, esta noche casi NO.
Teatro Municipal
Parque Quinta Vergara y anfiteatro
Museo Fonc y moai
Avda del Perú centro
La historia de este singular reloj, se remonta a 1962, cuando se construyó para embellecer la ciudad con motivo de la elección de Viña del Mar como una de las sedes de la Copa Mundial de Fútbol. Hoy según la tradición cuenta, quien se fotografía con el reloj a su espalda, volverá a visitar la Ciudad Jardín.
Impresionante desde aquí, así que me imagino que vivido tan cerca debe ser
ResponderEliminaracongojante.