Puedo decir que hemos acertado. Al llegar a Sibenik nos paró una señora a la entrada del pueblo, Nos ofreció hospedaje. No pensábamos pernoctar, pero visitamos su casa, cerca del paseo marítimo y con un lugar donde aparcar, y nos quedamos dos días. Precio estupendo y una casa con dos habitaciones. Así, Sibenik se convirtió en base para visitar Trogir y otras partes de la costa.
Sibenik es una bonita ciudad croata, pero que está eclipsada por las ciudades e islas turístivas que la rodean. Leo en mi guía que la ciudad podríamos diseccionarla en tres partes:
- La parte nueva que hemos visto al entrar por la carretera de la costa.
- La parte alta, una colina con fortaleza
- La ladera de la montaña con sus callejuelas que van a parar al mar.
Sibenik es una bonita ciudad croata, pero que está eclipsada por las ciudades e islas turístivas que la rodean. Leo en mi guía que la ciudad podríamos diseccionarla en tres partes:
- La parte nueva que hemos visto al entrar por la carretera de la costa.
- La parte alta, una colina con fortaleza
- La ladera de la montaña con sus callejuelas que van a parar al mar.
Tras dejar las maletas e instalarnos, salimos a dar una vuelta y reconocer la ciudad. Pretendemos callejear, es decir, ver qué nos depara el punto tres.
Obala Franje Tudmana, nombre del paseo marítimo sin bares ni chiringuitos, Un paseo cuidado y presto para caminar. Es el p uerto de donde parten los barcos hacia la desembocadura del río Krak.
Los aparcamientos de coches a rebosar. Es lo que veo, desde la ventana del hospedaje.
Nos pilla el atardecer paseando y descubriendo las callejuelas de la ciudad. Hasta la zona de la catedral hemos recorrido el paseo marítimo. En un cuarto de hora hemos llegado. Unas escaleras nos conducen hasta la plaza de la Catedral. La veremos después.
Hay poca gente por la calle, tal vez porque aún aprieta un poco el sol. Las calles estrechas nos protegen. Ahora bien, esto es un sube y baja por la ladera de la colina.
Subiendo y subiendo hemos llegado a la Fortaleza de San Miguel. Nuestro propósito es ubicarnos en la ciudad y disfrutar de sus vistas echando un vistazo desde lo alto de sus murallones.
Desde los pasos de las almenas la desembocadura del río y las vistas de la ciudad. La bandera croata sigue ondeándose a merced de esta ligera brisa adriática.
Hoy hemos madrugado poco, Desayunamos en casa y nos dirigimos hacia la plaza de la Catedral.
Ayer la observamos muy bien desde lo alto de la Fortaleza. Es la Catedral de Santiago o Jacobo, como también le llaman. Me faltaba ver todas esas cúpulas y la falta de una torre campanario... La cúpula tiene unos 35 metros de altura.
Estamos frente a la Catedral. Fue construida en el XV y XVI. Leo en la guía, que se edificó bajo unos estilos gótico veneciano y florido y renacentista. Es uno de los mayores templos del mundo construido únicamente con piedra, ni madera, ni ladrillo.
Para visitar su interior nos piden unos 40 kunas unos 4 euros. Están en obras y hacemos una visita ràpida.
Ya en el exterior, nos damos una vuelta a su alrededor. En un friso de la parte posterior, hay 71 cabezas decorativas. Cuentan que son las cabezas de personajes de la ciudad, que donaron dineros para la construcción de la catedral. Me llama la atención la expresión de algunas de las caras risueñas, enfadadas, airadas, tristes, tacañas.
En una de las fachadas laterales está la Puerta del León. En realidad, son dos leones que sostienen a sendas estatuas, Adán y Eva.
Es la estatua de Giorgio da Sibeniko, el constructor de la catedral de 1441 a 1473. Situada en un lateral de la plaza de la Catedral.
Vamos a tomar un aperitivo y una cerveza, pues queremos aprovechar para ir a alguna playa cercana. ¿Qué tal en esta terraza? Las vistas para el cotilleo son espléndidas, la cerveza también.
Antes de coger el coche pasamos por la Plaza de la República. Sede del Ayuntamiento con 9 arcos y dos escaleras laterales que buscan la ladera.
El hambre aprieta. Un rissoto y un poco de pescado, por favor. ¡Ah!, y un vino de Istria.
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