viernes, 28 de febrero de 2014

ARGENTINA, la Foz de Iguazú (lado brasileiro)



     Las Cataratas del Iguazú están formadas por un total de 275 saltos. De estos saltos, el 80% se encuentran del lado argentino, mientras que apenas, el 20% están del lado brasilero. Desde este lado me dicen que se obtienen vistas panorámicas increíbles de las cataratas argentinas.


  El parque de las Cataratas del lado brasilero está ubicado en la ciudad Foz do Iguaçu. A unos 12 km de la frontera con Argentina, y unos 15 km desde Puerto Iguazú.
  Para llegar cojo un colectivo en la terminal de Puerto Iguazú, más barato y sin depender de nadie.
A pesar de la corta distancia, tardo casi 1 en llegar. Más que nada, debido a que hay que pasar por la frontera y presentar pasaportes. El parque tiene servicio propio para acercarte a los senderos.
                         Colectivo                                                                               Bus del parque
                

  El bus me dejó justo fuera del centro de visitantes, en el mismo lugar, donde lo tomaré  para volver por la tarde a Puerto Iguazú.
 Al entrar a las dependencias del Parque. lo primero que hago es informarme del recorrido y del bus del parque que me dejarà al inicio del sendero. El parque es mucho más pequeño que el del lado argentino, por lo que para recorrerlo creo que me bastará con medio día. Llego a la taquilla cerca de las 10:00 h. de la mañana, y me quedaré hasta las 16:00 horas. ¡Vamos allá!
       

Recorriendo el parque.
 A diferencia del lado argentino, en este parque hay un sólo sendero. El Sendero de las Cataratas / Trilha das Cataratas. Es un camino de 1.2 km, de dificultad baja.

Durante todo el camino hay miradores desde donde ver las cataratas de distintos ángulos. Así como el contacto con la naturaleza se da a cada paso.
El primer mirador está muy cerca del comienzo del camino, donde empecé a ver coatíes... ¡Muchos coatíes!
                                             
     El día se va nublando. Ya desde el comienzo del camino  encuentro rincones desde donde se tienen unas vistas increíbles.
          


   Una buena vista es sinónimo de balconada artificial, el balcón de Tarobá. Pero como nada en la vida es perfecto, la cantidad de turistas es grande y para sacar una buena foto, tienes que armarte de paciencia. 
                                                        
Sigo caminando por el sendero. Al bajar unas escaleras, veos las pasarelas que me llevan prácticamente a la Garganta del Diablo. 
                      
          

                                          Según voy bajando escaleras veo este paisaje allí abajo.
  

                                                 Las Pasarelas en las Cataratas brasileiras.
 

      A pesar de no ir muy preparado, la gente lleva capas de agua, bajo a la pasarela y me dirijo al salto. Lucha interna e inconsciente... Natxo te vas a empapar. Pero no me importa; ya me secaré. La sensación de estar bajo ese poder supremo de la naturaleza puede cualquier razonamiento. Me dejo llevar por la inconsciencia infantil que me domina.
  
He conseguido mojarme. vuelvo a desandar lo andado, son escaleras, pero de subida. Vuelvo al camino.  La humedad del ambiente hace que me olvide que estoy calado. Creo que estoy sudando.

 La  última parada es en el espacio Naipi, desde donde van a estar literalmente al lado de las cataratas.
Este fue uno de los miradores que más me gustó. Vuelvo a ver el sol.
                       
 Llego al mirador y me quedo mirando la intensidad con la que cae el agua. La energía que tienen las cataratas, es indescriptible.

 

           En este sector hay un ascensor que me llevará a ver las cataratas desde otro ángulo.
Desde arriba, las cataratas se ven increíbles. La vista es más general y sencillamente alucinante.
                                    

               Retomo el bus del parque para dirigirme a la entrada. Ya vale por hoy.
Mientras camino hacia el colectivo que me lleve a Puerto de Iguazú doy con algo que podía haber contratado. La vista aérea desde un helicóptero. Para otra ocasión.


1 comentario:

  1. Hola Natxo.
    Lo primero que puedo decir es que estoy encantado de poder contactar contigo tras tantos años sin saber de ti.
    Fui alumno tuyo en el colegio principe de asturias escasos años antes de que te jubilaras, no se si lo recordarás, me llamo Sergio Crespo Muñoz y algunos de mis compañeros y aún grandes amigos eran y son Miguel Ángel Martinez, Pablo Cuñado Martin y muchas otras personas con las que ya no coincido con frecuencia.
    Fuiste el mejor profesor que he tenido hasta el dia de hoy que estoy en 3º de carrera y te quería agradecer el enorme trabajo que hiciste en su época tanto por mi parte como por parte de mis compañeros.
    No se si te gustaría mantener en contacto con el resto de alumnos de aquellos dos magníficos años te dejo mi número de teléfono por aquí por si acaso,
    +34-666-58-41-96.

    Espero que la vida te esté tratando bien en estos años tras la jubilación, ya veo que de viajes por el mundo no andas escaso que gran envidia. Muchas gracias por todo Natxo, encantado de volver a poder ponerme en contacto contigo.
    Un saludo, Sergio Crespo Muñoz

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