Cuando llegas a Salta volando desde Iguazù, descubres desde el cielo un valle amplísimo regado por siete u ocho ríos que se lanzan por las vertientes serranas preandinas en busca de tierras más tranquilas. Y lo consiguen fertilizando un valle en el que se aposentaron primero indígenas preincaicos, incas, españoles, criollos y toda suerte de especuladores en busca de esta excelente Vega.
He subido en teleférico y voy a bajar andando por estas escaleras esculpidas en las laderas de la montaña.
Al final del viaje, me encuentro esta carta de presentación de la ciudad.
Sus calles son amplias, con abundantes jardines y un buen museo arqueológico. Una antigua ciudad colonial, fundada en 1572 por este español, Francisco de Toledo.
Museo de arqueología creado a principios del XXI, fundamentalmente para dar a conocer y resguardar las momias de tres niños encontrados en la región. Aprovecharon un edificio del XIX edificado en la plaza central.
El museo está muy bien diseñado y he pasado un rato estupendo empapándome un poco de su historia.
Salta es una ciudad de unos 500.000 habitantes, la mayoría de origen quechua y emigrantes bolivianos.
Sus calles son amplias, con abundantes jardines y un buen museo arqueológico. Una antigua ciudad colonial, fundada en 1572 por este español, Francisco de Toledo.
Se conservan en muy buen estado estas casas coloniales del XVII
La catedral Basílica y Santuario del Señor y la Virgen del Milagro reconstruida en el XIX tras un terremoto que destruyó el anterior edificio.
Museo de arqueología creado a principios del XXI, fundamentalmente para dar a conocer y resguardar las momias de tres niños encontrados en la región. Aprovecharon un edificio del XIX edificado en la plaza central.
El museo está muy bien diseñado y he pasado un rato estupendo empapándome un poco de su historia.
Las Momias de Llullaillaco, también llamadas Niños de Llullaillaco y Niños del volcán, son los nombres con que se conocen los cuerpos de tres niños sacrificados por los incas, excepcionalmente conservados. Su antigüedad se cifra en unos quinientos años. Fueron hallados a una altura de 6739 metros cerca de la cima del volcán Llullaillaco.
Ya echaba de menos tus comentarios. Ahora ya todo es nuevo para mí, así que lo miraré con mucho interés.
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