miércoles, 22 de mayo de 2024

La ciudad de Soria y su legado románico

   La ciudad de Soria es una cita obligada del románico nacional e internacional. Su visita nos traslada hasta la Soria del siglo XII, recién reconquistada y en pleno proceso de repoblación. Barrios y collaciones (territorio o parte de vecindario que pertenece a cada parroquia en particular) surgían entre los cerros del Castillo y del Mirón, construyendo sus casas en torno a humildes iglesias románicas que darán paso, cuando la frontera con el Islam se aleje hacia el Sur, a verdaderos hitos del románico.

   Pero ya por entonces existía  la iglesia de Santo Domingo. Poco más tarde, otras magníficas construcciones se levantan: San Nicolás y San Francisco, hoy en ruinas; el bellísimo claustro de la concatedral de San Pedro, San Juan de Rabanera y su magnífico ábside, o Nuestra Señora de la Mayor. 

Ruinas de la iglesia de San Francisco
  Extramuros de la ciudad medieval, es una antigua iglesia conventual de los franciscanos. Según la tradición, el convento fue fundado por San Francisco de Asís en 1214. 

          

   Los restos románicos del convento son perfectamente visibles y forman parte del escenario de los jardines del Rincón de Bécquer.
                                          


Iglesia del Salvador
  Una de las humildes iglesias edificadas tras la Reconquista, el moderno templo, fue reconstruido en 1967 y sólo conserva de la primitiva edificación el ábside y las dos capillas de la cabecera. En su interior destaca el Retablo Mayor.




Iglesia de Santo Domingo
  Templo románico de finales del XII, en la actualidad Convento de Clarisas. .

                          

                         La fachada, con arcos ciegos en los laterales, está presidida por un gran rosetón.

                                                      

 La portada narra escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, mientras que los capiteles de las jambas presentan el Génesis; el tímpano un Pantocrátor y las cuatro arquivoltas los veinticuatro ancianos músicos del Apocalipsis, la Matanza de los Inocentes y el Nacimiento, Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo

                                                 

                                


                  

           


Iglesia de San Juan de Rabanera
  De estilo románico tardío, finales del siglo XII es un raro ejemplo dentro de la arquitectura románica soriana de iglesia cuya planta tiene disposición de cruz latina. Su ábside, con sólo dos vanos y con decoración de influencia bizantina, es considerado el de más bella disposición de la Península. 


   Exhibe una soberbia portada, pero no es propia sino que fue extraída de la ruinosa iglesia de San Nicolás.





 


  





 
















 Iglesia de Nuestra Señora de la Mayor
   Edificada sobre la románica iglesia de San Gil, del antiguo templo conserva la portada, parte de la torre, el absidiolo del lado de la epístola y un sepulcro. Muy reformada, consta de tres naves, destacando su Retablo Mayor del XVI. La portada está compuesta por tres arquivoltas abocinadas sobre capiteles decorados.


Ruinas de la Iglesia de San Nicolás
  En el corazón de la ciudad antigua pervive el esqueleto de la iglesia románica de San Nicolás, actualmente restaurado. El templo, levantado en el siglo XIII, era de nave única y su portada puede verse hoy en San Juan de Rabanera, a donde fue trasladada a principios del XX. Todavía perduran en el transepto restos de pinturas murales que narran el asesinato de Tomás Beckett.


  Claustro de la Colegiata de San Pedro
  De mediados del XII  este patio románico con influencias de Silos conserva tres de sus galerías, con arcos de medio punto sobre dobles columnillas que descansan en un podio corrido. Sus capiteles de arenisca forman un universo de animales fantásticos, alegorías y escenas bíblicas. Destacan la puerta del antiguo Refectorio y la entrada a la Sala Capitular, con arco de medio punto lobulado.











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