sábado, 15 de abril de 2023

Pontevedra, un paseo por plazas y plazas

                                          Primer casco histórico en peatonalizarse por completo


   La plaza de la Herrería, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, es un espacio que en realidad conforman cuatro plazas.                                                   

La verdad es que para un extraño como yo, la plaza de la Herrería la conforman la plaza de la Estrella, la de Ourense y los jardines de Casto Sampedro.

                                  

   La fuente que  preside los jardines es del siglo XVI y hace mención a un cantar tradicional: “Pontevedra é boa vila, dá de beber a quen pasa, a fonte da Ferraría, San Bartolomeu na praza”,

                     

         Construida casi en su totalidad en el siglo XIV, esta iglesia conventual de los franciscanos es una obra maestra de las órdenes mendicantes. La iglesia es de estilo gótico tardío u ojival. Tiene planta de cruz la latina, con nave única, crucero, cubierta de madera y  tres ábsides  cubiertos con bóvedas de crucería.


               

                        Me han llamado la atención los sepulcros de algunos nobles y el rosetón.

  En el espacio que ocupa la Plaza de la Estrella llama la atención también la Casa de las Caras, con cuatro bustos del siglo XVI que decoran la fachada.


    Tal y como indica su denominación, en la Herrería trabajaban los herreros que tenían sus talleres en los soportales. La plaza se ha utilizado para muchos usos a lo largo de la historia, incluso como plaza de toros en los siglos XVII y XVIII.



                La Plaza de Ourense es donde se encuentra el Santuario de la Virgen Peregrina  y el loro Ravachol


   El santuario tiene forma de vieira: la virgen es la patrona de la ciudad e imagen venerada por los peregrinos del camino de Santiago; y por último, el loro forma parte de la historia de la ciudad...


   En la Plaza de España, sede v de la Casa Consistorial, quiero adentrarme en las ruinas del Convento de Santo Domingo.
   Las Ruinas de Santo Domingo, son los restos que se conservan de un antiguo convento gótico construido por los dominicos en el siglo XIII. En la actualidad se conservan  la cabecera porticada de la iglesia con cinco ábsides y un muro lateral en el que se observa un rosetón. 
  El antiguo convento que con el tiempo se fue deteriorando hasta lo que hoy se conoce como Ruinas de Santo Domingo.  A finales del siglo XVIII se decidió reconstruir la antigua iglesia para una nueva de estilo neoclásico, pero finalmente no se llevó a cabo debido a la desamortización de Mendizábal que tuvo como consecuencia la puesta en venta del convento. 


 

   La Plaza de la Leña  era un punto del comercio de la leña, pero en la actualidad hay multitud de locales de tapas para disfrutar de la gastronomía de la zona.
  Recibe el nombre del producto que en ella se vendía para las antiguas cocinas. Es una de las estampas más típicas de Pontevedra con el crucero en el centro y los pequeños pazos que acogen el museo.


                      
   
    El Museo Provincial de Pontevedra lo forman las ruinas del convento que acabo de visitar y oyroa 5 edificios repartidos por la almendra medieval, entre los que están el edificio de Castro Monteagudo y el edificio Fernández López, y fue declarada junto a ellos.

  

   La plaza de Méndez Núñez era conocida como la plaza de las gallinas o de la hierba. Casto Méndez Núñez fue un contra almirante de la fragata Numancia y héroe de El Callao por su gran aportación a la Campaña del Pacífico. 
  También fueron famosas las tertulias en la que participaba Ramón María del Valle-Inclán. 


                

   Antiguamente del pan y de la leche, la plaza del Teucro hace honor a la leyenda que dice que este héroe fue el fundador de la ciudad, tras llegar a sus costas después de la Guerra de Troya.
  La del Teucro fue la plaza más señorial de la ciudad, y aun hoy conserva parte de las casas nobles que la rodeaban en los siglos XVII y XVIII, barroco civil gallego.

                              

   La plaza de la Verdura, cuya denominación antiguamente era la de Feira Vella (Feria vieja), forma parte de la segunda ampliación de la muralla realizada en el siglo XIV. Fue lugar de celebración de mercados de todo tipo a lo largo de su existencia, hasta que se consolidó como sede del mercado diario de verduras y hortalizas.
 
                                             


   En la plaza de las Cinco Calles, nombre que recibe al entrecruzarse estas vías en ella, una placa nos señala la casa en la que vivió Vallé-Inclán.
   Sin embargo, uno de los elementos que más llama la atención en la plaza es el cruceiro que la preside XVIII. En la parte inferior se ven las figuras de Adán y Eva cogiendo el fruto del Árbol, mientras en un lateral se observa la serpiente.


                               

   Popularmente conocida como plaza de la Pedreira, por los trabajos de piedra que desarrollaban aquí los canteros.  La plaza está presidida por el pazo de Mugartegui construido en los siglos XVII-XVIII  ejemplo de arquitectura civil barroca en el que destaca el escudo. .

                               

                          Iglesia de San Bartolomé barroco italiana y Convento de Santa Clara







































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