sábado, 1 de abril de 2023

Sevilla, Triana




  Triana ha sido tradicionalmente un barrio obrero, habitado por alfareros y marineros. Con el tiempo, ha visto crecer también entre sus calles a grandes artistas del flamenco. De hecho, tiene un estilo de cante y baile propios, reconocidos.
        

                     



                  


                                   


                            


   Triana fue uno de los focos de la historia negra en España debido a que el Castillo de San Jorge, una fortificación visigoda, fue la sede de la Santa Inquisición Española desde 1481. Siglos más tarde el castillo fue derribado para agrandar la Plaza del Altozano y así crear el mercado de abastos



    El Paseo de la O recorre la rivera desde el Puente de Isabel II hacia el Puente Cristo de la Expiración. Junto a ella se encuentra el Castillo de San Jorge, antigua sede de la Inquisición y una visita recomendada para todo aquel que quiera conocer un poco más sobre esta parte de la historia de la ciudad. En ella desemboca también el pequeño Callejón de la Inquisición, por la cual se sacaba a los prisioneros que iban a ser justiciados.


                                                                                                

Calle Betis
Esta calle es posiblemente la más retratada del barrio de Triana. Situada justo en la ribera del río Guadalquivir, es la más visible desde el Muelle de la Sal en la orilla contraria. Su hilera de coloridas casas es uno de los elementos más reconocibles de este barrio y figura en miles de fotos que tanto sevillanos como visitantes realizan desde Sevilla.


   La calle Betis también es conocida por sus numerosos bares de copas y restaurantes. Es el lugar ideal para salir y disfrutar en una de sus numerosas terrazas con vistas al río. Enmarcada entre el Puente de Isabel II — el famoso Puente de Triana — y el Puente de San Telmo, esta es una de las calles que no te puedes perder.

                         

La Calle San Jacinto atraviesa gran parte del Barrio de Triana y se puede decir que es una de sus arterias principales. Desembocas en ella tras cruzar el Puente de Isabel II y antiguamente vinculaba la zona con el Aljarafe sevillano. Esta calle peatonalizada está llena comercios, cafeterías y bares de tapas. Es ideal para una pequeña pausa para probar los sabores más típicos y ver a los trianeros en su día a día.
También puedes visitar la Iglesia de San Jacinto, ubicada en la misma calle y construida por la Orden de los Dominicos en el S. XVII. 
               

Pero no todo es tan oscuro en esta calle. El Paseo de la O acoge los domingos por la mañana una pequeña feria de arte, en la que podrás disfrutar de una muestra de obras y pinturas de artistas de la ciudad. Así que anímate y disfruta de un paseo por esta tranquila orilla del río.











              




















 

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