En Vigo, en la oficina de turismo, me recomendaron acercarme al Monasterio de San Salvador de Lérez. Un monasterio barroco con un bonito claustro y justo en las afueras de Pontevedra. Me pilla de paso.
Las vistas desde esta zona elevada son bonitas. No recordaba que el río que surcaba Pontevedra, se llamaba Lérez. Un poco más adelante se convierte en la ría de Pontevedra.
El Río Lérez tiene tres puentes: el Puente de los tirantes, el Puente de las corrientes y el Puente del Burgo (antiguo Ponte Veteram). Lo primero que hago es acercarme a cada uno de ellos mientras busco aparcamiento, que no va a ser fácil.
Cerca de un supermarket al otro lado del río logro aparcar. mi destino es la Basílica, que no Catedral.
Subo por los restos de la Muralla medieval. No queda mucho, pero para hacerme una idea de esta antigua fortificación me vale. La Basílica forma parte de este reducto.
Subo por los restos de la Muralla medieval. No queda mucho, pero para hacerme una idea de esta antigua fortificación me vale. La Basílica forma parte de este reducto.
Me gusta esta impresionante entrada con escalinata. Tengo que esperar un rato, pues es temprano y no abren hasta las 10:00 h.
El retablo del Altar Mayor, hecho en maderas de castaño y nogal, es de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Destaca la figura de Nuestra Señora en su Asunción al Cielo, rodeada de Ángeles y Apóstoles y que es recibida por el Padre Eterno representado en la parte más elevada.
La parte trasera me ha dejado perplejo
En su puerta sur, a la izquierda, se encuentra el Santo Cristo del Buen Viaje, escultura a la que los marineros pontevedreses acudían para encomendarse a Él antes de zarpar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario