Orense, la catedral y su pórtico

Plaza de San Martiño. Debido a las obras interiores del pórtico esta puerta permanece cerrada.

La catedral está dedicada a San Martín de Tours, de ahí le viene el nombre a la plaza.

 

            Rodeo el edificio hasta la plaza del trigo, donde está la actual puerta de entrada.

                                          

               

 

   La catedral tiene su origen en el XI y su altar mayor data del XII; pero va a recoger diversos estilos arquitectónicos de los siguientes 700 años que se tardó en finalizar.
   La ciudad va creciendo en torno a la catedral, por lo que parece encajonada y no luce mucho su exterior. Dentro ya es otra cosa.

   Yo diría que es un románico tardío en transición al gótico; primero Santiago, luego Ourense y después Burgos.

    

   El retablo es del XVI. La figura central es San Martín vestido de obispo; en la parte superior Santa María madre y en la inferior escenas de la muerte de Jesús. La sillería del coro esta en el abside rodeando al altar mayor.

   La verdad es que es una catedral oscura, debido a su origen románico. Carece de vidrieras, pero su linterna es el cimborrio de origen más tardío. Octogonal y de dos pisos. En el exterior es un elemento muy llamativo.

   La girola está conformada con diversas capillas, bastante llamativas. Son también renacentistas y barrocas.

 

  En un primer momento, como cualquier catedral que se preciara, se comenzó a construir un claustro, pero por falta de dinero y tal vez otros motivos, quedó sin terminar. Este lugar se dedicó a albergar los tesoros religiosos de la ciudad. Hoy convertido en museo.

  

 

                                Y llego a la joya de la Catedral de San Martín : el Pórtico del Paraíso

  

Realizado unos años después del Pórtico de la Gloria, a mí me parece precioso.

   Me he hinchado a sacar fotos, después de estar 20 minutos anonadado. La policromía resalta las tallas, al menos a mí me lo parece.

  Figuras de los apóstoles, profetas, patriarcas, hombres y mujeres elegidos para vivir junto a Dios se muestran esculpidos en este lugar. ¡Magnífico!

           

    Puedo subir al campanario, la puerta está abierta. Pero las vistas no son lo estupendas que podrían debido a las verjas emplazadas en sus arcos... Una pena.

  

Y se acabó la visita. ¡Adiós San Martiño!