Después de la paliza de Minca, un día de relax se agradece. Voy a ir a una playa cercana, de la que me han hablado muy bien. Hoy es laborable y espero no encontrar mucha gente.
Tengo que ir a Rodadero y de allí a Playa Blanca...
Éste es El Rodadero turístico con sus gigantescos edificios, tipo Benidorm, al fondo.
Y Playa Blanca, a tres o cuatro millas.
Salgo de Santa Marta en una buseta. En veinte minutos estaré en Rodadero. La carretera es buena, una autovía. Esta buseta es express, no hace paradas.
En el camino, veo este sendero artesanal que conduce a Santa Marta. La vista que hay de Santa Marta tiene que ser bonita por la noche. Me lo apunto para la vuelta.
Rodadero no me dice nada. Grandes bloques de cemento y apartamentos... El levante español menos protegido y más turístico... Me doy una vuelta entre los bloques...Al menos dan sombra.
Buscando la playa, llego al paseo marítimo. Cambio el cemento por las palmeras. Los vendedores ambulantes no estaban dormidos, están todos aquí...
Voy a tomar un barco que me lleve a playa Blanca. Debo llegar al extremo del paseo, dominado por esa mole de cemento... ¡Qué bonita!
Los toldos se alquilan por unos 5 euros al día...
Venía avisado. El primer ofrecimiento oral del traslado en la barca, está inflado. Le digo al patrón que no, que ése no es el precio y que soy extranjero, pero no tonto. Voy a otro barco y el patrón me vende un ida y vuelta con el precio justo...
Espero unos minutos sentado en el barco, hasta que se llena. .. Y es un día laborable...
El barco es rápido y en diez minutos diviso la playa. Es temprano y todavía no se ve mucha gente...
En el embarcadero en el que nos deja el patrón, el agua se ve transparente. Es el agua más limpia que he visto en esta zona del Caribe. Me recuerda a alguna playa de Cuba en isla Juventud.
Me cambio y ya en bañador doy una vuelta por la playa. He dejado la ropa en el vestuario de un chiringuito. Me parece más seguro que una carpa con tumbona. Además es más barato.
La arena es fina y agradable. Tiene ofertas deportivas piragüas y snorkel. También una tirolina gigante de extremo a extremo de la playa, para los más osados.
Baño, paseo, baño , croqueta de arena, baño...
Vuelvo al chiringuito que más me ha gustado y pido algo para beber y picar.
La mañana se ha esfumado... Son las cuatro de la tarde y estoy a la sombra.
El mojito ha hecho su efecto relajante... y no soy el único.
He observado a algunos niños con bolsas de plástico recogiendo latas de refrescos alrededor del chiringuito y en ciertas zonas de la playa. Después con la bolsa llena se acercan a la cocina. Salen con su plato de comida; mientras, yo me tomo el mojito ... Mojito con cierto sentimiento de culpa.
Es hora de partir. Vuelvo al embarcadero. Apenas tengo que esperar.
He descansado y me ha gustado la playa. Arena y agua muy limpia, poca gente y una rica cerveza con frutos secos... No pedía más cuando llegué...
El mar está tranquilo y yo relajado.
Algunos pasajeros suben, otros bajan...Y nos ponemos rumbo a la playa de Rodadero.
Vuelvo a recorrer la playa, ahora un poco más llena.
Encuentro un buen chiringuito donde podré comer un menú del día... Aquí no hay horarios y yo tengo hambre. Me tomo dos jugos de fruta fresquitos , pues el mar me da sed...
Tomo un taxi y le pido al taxista que me deje en el camino peatonal que he visto esta mañana. Le pago la carrera completa a Santa Marta, aunque en principio me dice que no, que me cobra hasta allí; es fácil convencerlo. Me deja justo en la entrada del sendero artificial.
Caminando por esta pasarela en 45 minutos estaré en Santa Marta... Es todo bajada y las luces son las velas de una gran tarta de cumpleaños.
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