jueves, 27 de febrero de 2020

COLOMBIA, Blas de Lezo y la india Catalina


    El paseo de hoy rezuma historia. Un personaje poco reconocido en España, apenas tiene un recuerdo en la Plaza de Colón de Madrid y que aquí es todo un héroe, el comandante Blas de Lezo.
       Estamos en 1741 y éste es el sistema defensivo de Cartagena. Como era común en aquel tiempo, los ingleses tocando las narices a las colonias españolas del Caribe.
        En su ataque a la ciudad, la flota del almirante Vernon, debía flanquear los fuertes de San Luis y San José, en Bocachica; el fuerte de Santa Cruz y Fuerte Manzanillo en Bocagrande, para entrar a la bahía y por último el Castillo de San Felipe, al que me dirijo.
       Las líneas rojas indican la trayectoria de la flota inglesa.

  Voy a aprovechar la tarde, hoy que no hace demasiado calor, para visitar esta zona de la historia de Cartagena. 

         
  Por las murallas exteriores, las del barrio de Getsemaní, me dirijo caminando hacia el Fuerte de San Sebastián de Pastelillo. Es un baluarte muy bien conservado, desde el que me imagino la batalla y el comienzo del asedio a la ciudad.



      Ésta podría ser la vista que el almirante Vernon pudo tener del Fuerte, en el que Blas de Lezo , arengaba a sus hombres y defendía  Cartagena. La sangre patria me empieza a fluir sobremanera. Me veo en pie ante una tronera, con un cañón a mi mando... "A sus órdenes mi comandante... "
Natxo, ¿de qué vas? Sin darme cuenta me he venido arriba.
  

Llego al pie del Castillo de San Felipe... y continúa la historia.
 El 13 de marzo de 1741, aparecieron los primeros barcos ingleses. El objetivo del alto mando inglés era entrar en la bahía y sitiar  la ciudad. Tenían tiempo para esperar su rendición. Tiempo, indiferencia y menosprecio por las tropas coloniales.


    Unos 200 navíos, 2000 cañones y 27000 hombres estaban bajo el mando del autosuficiente almirante Vernon..
     La ciudad de Cartagena poseía 6 navíos y 3000 hombres ,de los cuales 500 eran indios chocoés. Blas de Lezo es el comandante militar de la plaza.
      Tras varios días de cruentas batallas, las tropas inglesas fueron superando fuertes y baluartes llegando a la bahía interior, frente al castillo de San felipe, justo donde me encuentro.



         La defensa de los cartageneros fue heroica.  Pero la naturaleza caribeña jugaba a favor de los sitiados. El  20 de abril una epidemia de fiebre amarilla y  vómito negro se infiltró entre las tropas inglesas que mantenían sitiada la plaza.


      Los ingleses no estaban acostumbrados a las ciénagas, los mosquitos ... y fueron cayendo como "moscas". El alto mando inglés, con actitudes soberbias hasta ese momento, tuvo que soportar insubordinaciones y resistencias por parte de la tropa.


          El 8 de mayo los navíos británicos empezaron a abandonar la bahía de Cartagena. con "la cola      entre las piernas"... así, con estas palabras me lo han contado.
        Se retiraron con 10.000 bajas, por 600 por parte de los sitiados.  La derrota iba a hacer daño en       Inglaterra.

  Algunos historiadores, yo no lo había oído, hablan de la derrota de "la armada invencible inglesa".

                Blas de Lezo murió cuatro meses después, a causa de una infección


    Blas de Lezo, el héroe cartagenero, natural de Pasajes en Guipúzcoa.
    Un hombre cojo, con la pierna izquierda de palo; manco, sin su brazo derecho; tuerto, no sé de qué ojo... un hombre cuarteado, que vive en la memoria de esta parte del mundo. Ahí lo tenéis.
          Mi pequeño tributo con esta visita a su historia.


      Salvando las distancias, es una historia parecida a la India mejicana Malinche, que conocí estando en Nicaragua, en sus canciones revolucionarias. En mis libros de historia, cuando se hablaba de Hernán Cortés, nunca oí hablar de ella... Tal vez fue mi culpa...

    Esta es la historia de otro personaje histórico para Cartagena de Indias, la india Catalina.


    

       Catalina era descendiente de un cacique local. Fue raptada por las tropas españolas cuando apenas era una bella adolescente y llevada a Santo Domingo. Corría el año 1509...
        Allí fue educada como una muchacha de la aristocracia española del momento.


  En 1533, Pedro de Heredia solicitó su ayuda, cuando fundó la ciudad de Cartagena.

Su labor como traductora y  mediadora con las tribus locales, hizo que jugara un papel importante en la política colonial  del momento.


     Su papel fue mal entendido por ambas partes. Los indígenas la tacharon de colaboracionista con el imperio colonial; los colonizadores la acusaron de iniciar las revueltas, al enfrentarse al poder por los robos de las riquezas indígenas y el maltrato que dieron a la gente del lugar.


                                           Éste es mi recuerdo y mi tributo, Catalina.

              Cruzo el puente y por la calle de la  Media Luna. vuelvo a mi barrio, a Getsemaní.










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