domingo, 2 de marzo de 2014

ARGENTINA, El tren de las nubes, la quebrada Tastil y las Salinas Grandes


    Hoy toca día duro. He contratado un cuatro por cuatro con guía, junto con dos chinos y una alemana y nos vamos a hacer esta excursión que nos va a llevar el día entero. Espero que merezca la pena.

        Salimos del valle de Lerma y entramos en la Quebrada del río Toro, siguiendo el recorrido del "tren de las nubes" que no está operativo en la época de lluvias.

        La carretera comienza a ganar altura y pronto nos encontramos a 2800 metros. Aparecen los primeros ejemplares de cartones, el cactus típico de la zona.
                  

       Entramos en una nueva quebrada, la Quebrada Tastil, que recibe el nombre del propio río y donde visitamos un asentamiento preincaico. Desde aquí, a 3800 metros de altura se divisan los primeros nevados andinos de 5000 metros. Encontramos rebaños de llamas y algunas vicuñas.


 

       

    Los cardones nos van acompañando durante el viaje. Me creo un pequeño "don Quijote" rodeado de gigantes. Nunca los había visto tan enormes.
             
              
            Las llamas no se esconden ni huyen de la cámara, Están en su territorio y se sienten seguras. 
                           "A estas alturas" yo no aguantaría 10 segundos corriendo...                              
                                                                           Llamas
      
     Llegamos a San Antonio del Cobre. La ciudad es muy antigua recibiendo su nombre de los abundantes yacimientos cupríferos existentes en sus inmediaciones. Llegó a ser una ciudad importante por su situación estratégica en el paso de la cordillera.
     Su clima es seco y frío con vientos fuertes y constantes, condiciones climáticas muy duras. Posee durante todo el año un clima ventoso y muy frío, sus temperaturas extremas que oscilan entre los 20 °C durante el día y -25 °C 

 

       Comemos en San Antonio de los Cobres, en plena Puna. Es la primera vez que pruebo "Quinoa" y por supuesto, carne de llama. La cerveza a estas "alturas" sabe a gloria.


     Nuevos rebaños de vicuñas y guanacos nos acompañan hasta las Salinas Grandes compartidas por Chile, Bolivia y Argentina. 

     He pedido al guía que me explique, o al menos que me dé, algunas indicaciones para identificar a estos camélidos: llamas, vicuñas, alpacas y guanacos... Está en ello, que si la altura, las orejas. el pelaje, el hocico, el color... No sé yo.
           
                       Llamas                                           Vicuñas                                            Guanacos

       Durante el Holoceno, antiguos mares y lagos quedaron aislados por plegamientos, dejando una corteza de sal de miles de kilómetros de extensión y casi un metro de espesor. Llegamos a los salares.

                     Las franjas es por donde extraen las placas de sal. Me recordaba el desierto...

   La mesa está hecha de sal. El desierto blanco, salado; impresiona su eternidad, parece infinito.
 

       Para llegar a la carretera de Jujuy nos espera un paso de 4200 metros. Menos mal que el coche va de lujo. Justo en el paso, veo unos altares de ofrendas para la Pachamama. La religiosidad indígena está patente. La respiración es "fatigosa"; creo que nunca había estado a esta altura por mis propios pies.

      Volvemos a casa, después de arreglar un pinchazo de la rueda trasera. Así es la puna, el desierto andino. Mañana domingo, descanso.










3 comentarios:

  1. Que descanses, para seguir viajando con muchas ganas.

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  2. Me ha impresionado el mar de sal, e igualmente tu tesón para mantenernos informados. Nuestro Javier Reverte particular, muchas gracias. :)

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  3. ¡Impresionante!, el desierto de sal, las formas erosionadas, las montañas, las quebradas. Sigue disfrutando, se ve en tu cara.

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