martes, 18 de marzo de 2014

CHILE, los Lagos y los Volcanes


              Lo primero que hago antes de empezar el viaje entre Lagos y Volcanes es hacerme con un mapa para ir controlando, a mi manera, nuestro "caminar" y situando todo aquello que vayamos viendo. ¡Deformación profesional!
            

   Puerto Montt, terminal de buses, 07:30 horas. Ya de salida la cosa se tuerce. No tenemos guía y será el conductor quien se encargará de realizar su papel. No me gusta mucho, a pesar de que el conductor parece simpático y buena gente. Uno de los viajeros, madrileño pero que vive en Santiago, me da un poco la lata. Se sienta detrás; espero que no me agríe el viaje.
                            
 
   Volcanes Osorno, Calbuco y Puntiagudo; Lagos Rupango, Llanquihue y Todos Los Santos; Poblaciones Frumillar, Entre Lagos, Puyehué, Aguas Calientes; Parque Nacional Puyehué. Son nombres que iré colocando sobre el mapa como si fuera un puzle.


    El día está gris, pero no pronostican lluvia. Irá aclarando poco a poco a medida que avance la jornada. Al menos, eso dicen. Ya en carretera son los primeros volcanes que capta mi cámara: Puntiagudo y Osorno.
        

   Primera parada: Población de Frutillar. Es una ciudad, ubicada en la bahía oeste del lago Llanquihue en la Patagonia, región Lagos, en Chile, a unos 40 km de Puerto Montt. Se caracteriza por las vistas a los volcanes y a la ribera de la bahía junto al horizonte del gran lago Llanquihue.                        

         ¿Estoy en Chile? Si me despierto de un sueño, podría decir que esto es Austria, Suiza o Alemania. Casas unifamiliares de madera, principalmente de madera de alerce, con jardines especialmente cuidados y floreados, cercas de madera.
                     

  Calles y rótulos en español y alemán. No sé de dónde procederá el nombre del pueblo. Ahora sí que echo en falta a la Guía. Una pareja de chilenos me saca de dudas: "El nombre de la localidad se debe a la frutilla chilena presente en los alrededores y bosques". Su frutilla es nuestra fresa silvestre, no el fresón.
       

 

                         Frutillar tiene una población de entre 15.000 y 20.000 habitantes.
      
        
      El lago Llanquihue baña la ciudad y se interpone ante la magia de los dos volcanes que nos persiguen: Osorno y Puntiagudo. Intento localizar al volcán Cabulco, pero nadie es capaz de ayudarme.
        
  
   Frutillar es conocida por las tradiciones alemanes de sus fundadores y por las Semanas Musicales  en el Teatro del Lago. La ciudad se ha convertido en la capital de la música en Chile.
             
   
    Éste es el Teatro del Lago, un edificio imponente y construido en madera, para no romper la fisonomía del resto de casas.
                 
                                    
                                                          
                                                                  Y cómo no... con su iglesia luterana       

     Dejamos la carretera nacional y por carreteras secundarias nos dirigimos al Lago Rupango, hacia la localidad de Entre Lagos.
     La parada en Entre Lagos es para comer. Me uno a la pareja de recién casados chilenos que me han parecido muy agradables. Él es ingeniero y ella profesora de secundaria. Me ayudan a elegir el menú: un guiso con salmón y un plato de ciervo. A la hora de pagar, me hago un pequeño lío con los pesos chilenos. Aquí se mueven con miles e incluso millones. El ingeniero me echa un capote.

Tras la comida y un café de sobre soluble, tipo al de bote de Nescafé, que es el que se toma aquí, y volvemos a subir al bus. Nos dirigimos al Parque Nacional Puyehue, donde pasaremos la tarde.
El nombre Puyehue proviene del mapudungún puye, que es un tipo de pez fluvial que habita el lago Puyehue y el río Pilmaiquén; y de we, que significa lugar. Por tanto, significa lugar de puyes. Una importante parte del territorio se encuentra dentro del parque nacional Puyehue. Este parque, junto a otros ubicados en las regiones de Los Lagos y de los Ríos, son parte de los Bosques Templados Lluviosos de los Andes Australes, un área protegida declarada reserva de la biosfera.
                        
         
          El complejo de Aguas Calientes nos recibe justo al comenzar la tarde, cuyo cielo se va abriendo.
                      

      Lo primero que hago es visitar el Centro de Interpretación del parque. Es pequeñito, pero suficiente para ponerme al día de esta foresta Valdiviana.
                 
                                             
                                            

   La responsable del Centro de interpretación me recomienda que dé un paseo por el bosque. Son apenas tres o cuatro kilómetros por senderos bien indicados, que merecen la pena. No hace falta que me anime mucho. Mi objetivo es llegar hasta los rápidos del río.
                       

                       

               
 Caminando por estos senderos, he encontrado algo que Pablo Neruda escribió sobre estos bosques. Y me ha parecido que describe perfectamente lo que siento en este momento. Os lo escribo y no quiero parecer pedante, pero es muy bonito y exacto.
"Se hunden los pies en el follaje muerto, crepitó una rama quebradiza; los gigantescos railies levantan su encrespada estatura; un pájaro de la selva fría cruza, aletea, se detiene entre los sombríos ramajes y luego desde su escondite suena como un oboe".

                                               

     Bosque Valdiviano en Puyehue. Bosque de alerces, arrayanes y otros del bosque húmedo andino. Como veis verde y agua. Por fín, llego a los rápidos. Un guarda forestal, se ofrece para tomarme unas fotos. Objetivo conseguido y satisfecho por lo bien que me siento entre estos rápidos sonoros. Espectacular la zona.

                               

                                                                                        Y me vuelvo.            
                                                     

  Al encontrarse dentro de la región denominada como Bosque Valdiviano, comparte flora y fauna con gran parte de la zona sur del país, La Patagonia.
  Siendo una zona especialmente rica en biodiversidad, dentro de esta reserva se pueden encontrar especies animales como los zorros, pudúes, monitos de monte y al puma chileno; en las últimas décadas, se han integrado animales foráneos, tales como el jabalí y el ciervo rojo.

   En lo que me queda de camino, espero que no me salga ningún puma. Si es un pudú, no me importaría.


                                                
         Ya me queda poco. Creo que voy a pegarme un chapuzón en esas piscinas de agua caliente...

                                                

                      La zona termal de " Aguas calientes", me espera tras caminar un buen rato por los senderos de la selva.    
        

                                                                                                             
                                                   
                                            
                                                          Toca a despedida de Volcanes y Lagos.         

                                                          ¡Gracias por vuestra compañía!


Yo describiría esta zona con cuatro palabras: AGUA, VERDE, VOLCANES y ALEMANES.
Entre ayer y hoy es lo que he sacado en limpio. Ayer, recorriendo la ciudad y hoy sus alrededores.

















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