Se trataba del recorrido que hice por el Parque Nacional Huerquehue, para llegar al bosque de araucarias, que está a unos 2400 metros de altura, como Peñalara.
Las lengas y los coigües ya están empezando a cambiar de color, o sea, que lo que me espera, creo que merece el esfuerzo. Van a ser 8 horas para recorrer unos 24 kilómetros. Veremos si bajo escocido.
Dejamos este paraíso y seguimos el sendero hasta el mirador de Renahue. Hay una indicación, pero el circuito que señala el mapa que llevamos, se acaba aquí. Tomamos la decisión de seguir la señal. El bosque se espesa a medida que avanzamos.
Aquí existe la magia. Yo no sé dónde se meten las nubes. Amanece totalmente nublado, que dirías que va a llover, y en 10 minutos se queda totalmente despejado. Mires a donde mires no ves ni una nube y no entiendes cómo se han esfumado. En un minuto, aparecen nuevas nubes.
Era nuestro objetivo final: el mirador Renahue. El bosque se ha quedado atrás y puedo lanzar la vista hasta el infinito... Aquí Gemma y yo nos separamos. Ella baja al refugio de Renahue; pasará allí la noche. Yo vuelvo sobre mis pasos.
Sigo descendiendo por un paisaje conocido. Estos gigantes coígües me guían hacia el lago, cerca de la entrada al Parque.
Fue el día 27 de marzo y el otoño ya se había asentado por esos lares. El día estaba espléndido.
Así que, tomo rumbo al Parque Nacional Huerquehue, accesible desde Pucón por una carretera asfaltada hasta cerca del lago Caburgua, y de "ripio" (piedra suelta) después. Son las 07:00 a.m. cuando salgo de Pucón. He partido a las 06:15 h. de Villarrica. ¡Buen madrugón!
Éste es el autobús que tomo en Pucón y el recorrido a seguir hasta el Parque Nacional.
El Parque Nacional Huerquehue está localizado en la Cordillera de los Andes, en la Región de la Araucanía de Chile, cercano al Lago Caburgua. El parque tiene una superficie de 12.500 ha. de terreno montañoso, en el cual hay cerros y montañas que encierran pequeños lagos de agua cristalina, siendo los más conocidos: el Lago Chico, Lago Verde y Lago Toro. El árbol más llamativo es la araucaria... Tiene un desnivel entre 750 a 2.500 metros sobre el nivel del mar.
La entrada al Parque Nacional Huerquehue se sitúa junto al lago Tinquilco. El coste es de 5000 CLP para extranjeros unos 5 euros. El guarda parques me informa del estado de las rutas , pues hay varios circuitos.
Voy a escoger la ruta de los lagos.
Ruta Los Lagos: 22 km (ida y vuelta). Dificultad media. Este recorrido, que pasa de los 700 a los 1.300 m, es el que elijo, extendiéndolo hasta el mirador Renahue. En total 8 horas de caminata a través de unos bosques de mañío y coihué primero, para luego pasar por zonas espesas de araucarias, todo indicado con una muy buena infraestructura de senderos, puentes y señalizaciones.
Se Pueden ver cascadas como Nido de Águilas y Trufulco, además de tener visión al Lago Tinquilco, el volcán Villarrica, Lago Verde, Lago Chico, Lago Toro y Lago Huerquehue.
Nada más iniciar la ruta, de inmediato estoy metido en el bosque nativo chileno. Es casi como un bosque patagónico. Más que un bosque es casi una selva compuesta por infinidad de especies vegetales.
Voy atravesando bosques con especies que identifico como los coigües, los lengas y los helechos. El agua también está presente ¡Esto es de una belleza extraordinaria!
Pronto, mientras asciendo poco a poco, me encuentro con el Lago Chico. No hay señalización, pero me lo indica Gemma, una catalana trotamundos que lleva un año caminando por Sudamérica. Llevamos el mismo destino y unimos esfuerzos.
Los grandes coigües parece que hacen guardia en el sendero
El mapa no engaña y tras una breve ascensión llegamos a la cascada del Nido del águila. Nos desviamos un poco del sendero, pero merece la pena.
Volvemos al camino. Gemma es una correcaminos y lleva un ritmo muy ágil. Se da cuenta que me lleva a degüello y baja un poco el ritmo; se lo agradezco.
Es la segunda cascada o mejor salto de agua. Vamos muy bien y el mapa está bien diseñado. Para ver el salto Trufulco, volvemos a salirnos del camino.
No tardamos mucho en llegar al primer mirador. Llevamos hora y media de caminata. El mapa tiene indicaciones de lugares, distancias y tiempo empleado. Vamos estupendamente. La gente que había empezado el camino. a la vez que nosotros, se ha quedado atrás.
La vista está estudiada. Un hermoso cuadro del lago cuadro del lago Tinquilco.
Al fondo el volcán Villarrica.
Un poco de agua, un plátano y unas fotos.
Para llegar al segundo mirador nos sorprende una corta, pero dura ascensión. Yo sigo sudando ; Gemma parece "Campanilla". El lago que vemos allá abajo es el lago Toro.
Creo que el volcán que se observa es el volcán Caburgua.
Una vez conseguida la altura del mirador, llegamos a una falsa llanura, tipo meseta o páramo. Nuestro objetivo inmediato es el bosque de araucarias. Nos queda poco. Llevamos unas 2 horas y media caminando.
El camino se bifurca. Elegimos el que nos lleva al Lago Patos. Si es preciso, luego lo desandaremos.
Gemma se adelanta, mientras hago alguna foto. Hemos tardado unas tres horas.
Este bosque con su laguna me traslada a otra galaxia. Nunca había visto esta belleza que la Araucanía me ofrece. Me callo y disfruto.
Llegamos al lago Huerquehue. De primeras no sabemos qué lago es; luego con las fotos nos lo indicará el guardabosques de la entrada del Parque.
Era nuestro objetivo final: el mirador Renahue. El bosque se ha quedado atrás y puedo lanzar la vista hasta el infinito... Aquí Gemma y yo nos separamos. Ella baja al refugio de Renahue; pasará allí la noche. Yo vuelvo sobre mis pasos.
DE VUELTA
La bajada es más rápida, pero voy notando el cansancio. Llevo unas cinco horas y media sin parar y ya estoy un poco mayor. En un momento determinado, tomo una desviación indicada por una señal para llegar a la laguna Verde, que en la ida habíamos dejado a un lado. Ahí la tenéis. Aprovecho para comer algo y beber mucha agua.
He acabado derrengado, pero ha merecido la pena. El bosque de araucarias de cuento de hadas.
De vuelta a Pucón y Villarrica, dormito en el autobús... Sueño con las araucarias y la Patagonia.
Por fín he visto el bosque de las araucarias. Bellísimo, así que ya veo que mereció la pena llegar a los 2400 metros, semejante a Peñalara. Un Placer compartido
ResponderEliminar